No hay sensación más fuerte que pueda sentir por ti, porque no hay nadie al igual que tú, en este momento, ni nunca que me haga sentir de cierta forma de lo más inexplicable. Quizás, tienes el poder de hacerme sentir de esa manera, quizás eres tú, y todavía no me doy cuenta del todo... Sigo las huellas del destino que me forja a ser yo misma, pero sin ti aquí presente, se siente tu ausencia, me duele tu falta...
Jamás quise a otro ser como a ti te quise, nunca tuve aquella amistad que tuvimos, ese cariño, esa confianza... hoy, en día, todo eso que menciono, se vuelve confuso desde el principio. Todos los días, me pregunto si me encontraré a alguien como tú, no me importaría, siempre estoy deseándote lo mejor, sólo te pido que no me olvides... de nuevo.
Odio que aparezcas en mi camino sin haberlo esperado, pero en todo momento no puedo permanecer lejos, no puedo luchar con mis ganas de verte. Siempre tengo la esperanza de verte a los ojos, y tener que recordar que para mí no ha terminado. Cuando sigues tu camino, no miras hacia atrás, siempre soy yo la que lo hace... Me dueles sin darte cuenta, sé que no haces porque sí.
Lo que más deseo en esta vida es terminar a tu lado, sin importar todas las metas que me proponga, la mayor meta que tengo es envejecer a tu lado, para decirte y hacerte ver lo mucho es que siento por ti. Quiero despertar por el resto de mis días junto a ti, quiero respirar el mismo aire que tú.
Sé que el día de mañana, si me llamas para vernos, aunque sean 5 minutos, lo dejaría todo para atravesar la ciudad y estar a tu lado, simplemente, no lo sabes; no sabes que no sé amar después de que te has marchado. Luego aquél último día, muchas cosas cambiaron en mí, que me dejaron marcada por tu ausencia. Volver a verte con un montón de sueños rotos... Volver a verte con el corazón partido en la mano.