Cuando el amor es amor, uno no puede evitar esas miradas, no puede evitar seguir escapandose para verlo, sin que ese amor nos vea. Sin importar eso, seguimos a nuestros sentimientos como aquellos sueños que nos persiguen a nosotros. Seguirémos desobedeciendo por el hecho de amor, por el hecho de sentir algo tan hermoso por el otro, aunque el otro no sienta lo mismo por nosotros. Seguirémos siendo nosotros en verdad, cuando esté la presencia de ese ser que nos tiene tan en las nubes, apesar de quienes nos rodean, apesar de todo, seguirémos a nuestros instintos, a nuestros sentimientos por placer, no por costumbre, ni porque nos ordenan hacer algo, estoy cansada de que me digan qué hacer, ok, soy de 17 años, pero en cuanto despegue mis alas, no volveré atrás!Todo lo que quiera lograr, lo haré, sin escuchar a ellos, que me llenan la cabeza para que me quede en mi lugar, sin poder lograr lo que más quiero en la vida...
Y cuando me enamoro, soy yo, no soy otra, soy la más torpe, la más sincera, tal vez, no soy la que a veces, tal vez, usa un disfraz ó una máscara para pasar desapercibida.
Sólo quiero sonreírle a la vida, disfrutar de mi vida con los que más quiero, lograr mis metas, mis proyectos, no los de otro. Y si él no está en mi camino, hoy no importa, ni mañana, porque a él no le intereso... Y sí me arriesgaré por aquel que me importe, por aquel que sienta algo tan inevitable, como él, aunque hoy, no se dé cuenta. Será sólo por amor.
Si hoy no es él, ¿qué va? Será otro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario