A veces, tendemos a hacer un sacrificio que nos desmuestra quiénes somos verdaderamente, hacemos esos sacrificios por las personas que amamos. Hacemos lo que verdaderamente queremos, pero con dolor, porque sabemos que nosotros salimos lastimados, pero a la vez, mantenemos lo que de verdad nos preocupa.
A veces, hacemos cosas por los demás, porque sabemos que son necesarias para seguir creciendo, para seguir madurando, para seguir dando pasos que son importantes en nosotros, para nosotros, en nuestras vidas.
Pero, ¿por qué lo hacemos? Porque pensamos en los demás, porque dejamos de pensar en nosotros mismos, por el amor que le tenemos a esas personas.
El día en que yo me muera, me gustaría que la persona que más amo en el mundo esté a mi lado. Quiero que haga se sacrificio, para que hacerme saber que ese día sí pudo estar ahí, y no en otro lugar.
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