Pero haga lo que haga todo el tiempo, sólo queda en mí como una obsesión. Siempre caminando al paso del mar en la orilla, y prosigo a perderte más que nunca. Y aunque espere a que te quedes ahí parado, a dar media vuelta, yendo hacia a mí, sé que eso nunca sucederá. Tengo alma de escritora perdida en el tiempo, y tú... todos los días intento descubrir detrás de tu mirar lo que escondes. Intento vivir sin ti, pero mis ojos vuelven a buscarte intensamente sin evitarlo.
Intento escuchar lo que dices, pero me hago sorda a medida que voy dando pasos, y aun todos los días, te amo más, mas sin saber lo que tú tienes para decir. Y sin saberlo, trato de que mi corazón entre en razón antes de que explote... antes de que tú me lo hagas saber con tus duras palabras. Haré de estos, pequeños fragmentos de mil historias para contar algún día.
Cuando me sienta en casa, en un día de invierno, sin el calor de tus abrazos, estaré contando lo que un día sentí por ti, sin que lo sepas... pero si aquel día oyes esa historia, entonces será que algo sucedió... algo se hizo verdad... Déjame seguir sin tu mirar. Siempre estaré para ti, siempre estaré ahí, y tú lo sabes. Sabes que he vuelto, por ti o no, no entiendo el porqué de no respirar juntos cada vez que estamos en el camino del otro.
Estaré bien, aunque no puedo entender porqué te vas... pero al marcharte, tan sólo te pido que te lleves esta historia, donde la joven muchacha se enamora de un tanto mayor que ella, y son participes de algo que nunca sucedió para que me recuerdes, si es que no termino a tu lado, como quisiera... pero no es lo que quisiera, sino, lo que ambos queremos juntos.
Si supieras que estoy respirando porque tú me das aire sin saberlo, el universo se pondría aun más en contra, que a favor. Lo que nos separa es este inmenso mar, lleno de arena, que no nos deja ver claramente lo que queremos... ya no quiero soñar contigo si así pudiera...
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