A veces, escapo de esta locura, porque verte hace tan mal como mis latidos del corazón no se controlan por tu presencia. He estado con tantos hombres, y tú eres uno más de ellos, pero sin embargo, mi corazón no sabe diferenciarlo.
Y sin explicación, cuando no veo, te sueño. Te sueño y es como si fueras tú realmente. Pero lo que realmente no sabes, es que he de hacerte compañía de vez en cuando en la terraza, cuando te veo pasar de un lado a otro sin que me veas. Es raro que me veas, simplemente, porque tú no quieres verme ahí, mirándote.
A veces, quisiera hacerte el amor, y amanecer a tu lado mañana tras mañana. Pero sé que es imposible. Es algo que aunque anhele con el corazón, sé que no podré hacerlo, porque es de a dos. Llevo tu aroma adherido a mi piel. Tus labios marcados en los míos. Esto ya no es amar, porque no puedo hacértelo saber por miedo al saber con más razón que ni me amas, sé que no lo haces, yo estoy para ti siempre cuando me necesitas, pero tú no lo estás para mí.
A veces, quisiera hacerte el amor, y amanecer a tu lado mañana tras mañana. Pero sé que es imposible. Es algo que aunque anhele con el corazón, sé que no podré hacerlo, porque es de a dos. Llevo tu aroma adherido a mi piel. Tus labios marcados en los míos. Esto ya no es amar, porque no puedo hacértelo saber por miedo al saber con más razón que ni me amas, sé que no lo haces, yo estoy para ti siempre cuando me necesitas, pero tú no lo estás para mí.
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