Emma no entendía su comportamiento.
Siaro no durmió bien aquella noche. Soñó con ella, y no sabía si era real, o no. No sabía qué pensar. Se despertó de la nada, el sol le pegaba en la cara, una luz tan natural y brillante, que no sabía qué hacer por consiguiente. Se levató y se dirijió al baño. Tenía mal aliento. Se lavó los dienters y miró su reloj, que marcaban las 13.08; "qué tarde", dijo. Normalmente, no duerme hasta tan tarde. No sabía bien lo que había sucedido, que tenía tanto sueño.
-¿En dónde más la vi anoche?...- Pensaba. -Ah, no. Ya sé, Dot- le decía a su perro. -La soñé. Soñé con ella. Pero, ¿por qué?- terminó por cepillarse los dientes, luego tomó el desayuno. Tarde, por supuesto.
Paseó un rato con Dot, notaba algo raro en aquella mañana. No lo habían llamado por nada, ninguna llamada al celular, ni al telefono fijo. Antes de salir, se había fijado, pero nada. Ningún mensaje en la contestadora.
Seguía paseando a su perro, por las calles cálidas, solitarias y despejadas de su barrio. Tenía suerte de haber encontrado una casa con una buena ubicación para él y su mascota. Dot era tan tranquilo, que le traía paz a MacKenzie. Él era su mejor compañero de vida, siempre se lo encontraba con Dot. Eran inseparables, excepto cuando Siaro trabajaba, sólo en esas horas no se encontraban juntos. MacKenzie no sabía si llamar o no a la oficina para ver si había algo, pero como había tranquilidad, optó por no hacerlo, ya que si había un caso, lo llamaban.
Hace tiempo que no se encontraba aquella paz en su interior. Él tenía su oficina en su casa, debido a que hace pocos años tuvo un accidente, y su jefe, desde su rehabilitación, decidió que se manejara desde su casa, aunque lo llamasen y siempre estaba trabajando con Falls, su otro compañero. Toby iba con frecuensia a la casa de Siaro, iba a visitarlo cuando éste no trabajaba, aunque eran muy pocos los días libres. Falls vivía a unas pocas calles de su amigo. Así que, siempre prefería caminar, y estar un poco al aire libre mientras que llegaba a dicha casa. Toby no tenía mascotas, pero se había encariñado con Dot. Lo quería como al perro que nunca tuvo. De vez en cuando, estaba con Siaro cuando lo paseaba, ya varias veces se quedaba a almorzar o cenar. Dot también mostraba interés por él.
martes, 20 de julio de 2010
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Historias que vendrán
Lo que nadie sabe es que muchas veces, el verdadero amor puede llegar cuando sea tarde, pero para ese entonces, no será tarde, ya que lo hemos encontrado.
Nunca es tarde para las buenas cosas. Aunque cuando somos jóvenes queremos lo bueno en aquel entonces, para cuando seamos viejos en el tiempo, no sé qué es lo que nos quedará en verdad.
Podemos jugar con los sentimientos del presente, pero no con los del mañana. Podemos jugar con las miradas del hoy, pero no con las que vendrás en el tiempo futuro.
Estamos viendo historias pasar, cuando sentimos que la nuestra no vale la pena ser contada, ni oída. Pero en cuanto la narremos, sabremos que para ese entonces valdrá toda la pena del mundo que sea relatada y escuchada por muchos que hoy no están...
Entre redes e historias del pasado
Contigo en la distancia siento que no puedo volar, pero cuando estamos juntos, cuando estás a mi lado, puedo hacerlo, y más. Contigo, sé que puedo hacer más de lo que soy capaz, porque estás tú ahí para mí.
Claramente, hemos perdido años del otro, hemos pasado el tiempo sin saber del otro, y ahora, no podemos saber todo de repente, pero muero por estar a tu lado y escucharte. Deseo escucharte contar mil historias, tu voz para mí es mi balada perfecta.
Dime dónde estás, iré hasta ti para hacerte saber que un amor real jamás de olvida simplemente.
Me iré de viaje a Chicago, y quiero que vengas conmigo. No hay mejor que tu compañía misma en cualquier instante. Tan sólo dime que no es tarde para este amor que jamás murió. Un amor que no deja de respirar, una sensación bella como inaudita, algo que deja huellas en nosotros.
Dime dónde estás, iré hasta ti para hacerte saber que un amor real jamás de olvida simplemente.
Me iré de viaje a Chicago, y quiero que vengas conmigo. No hay mejor que tu compañía misma en cualquier instante. Tan sólo dime que no es tarde para este amor que jamás murió. Un amor que no deja de respirar, una sensación bella como inaudita, algo que deja huellas en nosotros.
Niño y hombre
Dos maneras de ser. Vida y placer. Así es como me enamoras con tu forma de moverte.
Ven y búscame como la mariposa a la libertad del son.
Hay cada quien busca su canción de amor, como quien busca su canción de expresión.
Amigo, cómo no te das cuenta de que me he enamorado de ti, que por esa razón jamás te olvidé, me has seducido entre los años... con el corazón a punto de estallar, si te acercas una vez más, te diré la verdad.
Me duele verte sabiendo que no me amas. No resisto a estar sin ti, es por eso que me hace falta la respiración, porque me la quitas hasta volvernos a ver, la guardas, la mantienes y luego me la devuelves hasta retornar a nuestros cuerpos.
Quiero tenerte entre mis brazos, para saber que puedo continuar convida.
Dime dónde estás, y te buscaré.
Te amaré hasta que no respire más
Por ti daría la vida, lo dejaría todo porque estuvieras aquí, junto a mí.
Quiero hacerte sentir que cada día te vuelvo a elegir, quiero vivir la vida entera junto a ti. Y si no podré, es por razones del amor, que no caben en la razón. Razones que sólo el amor puede explicar, aquellas desconocidas que aún no logro descubrir.
Te voy a amar, y hacerte sentir que eres el único para mí... Quiero estar a tu lado, para cuidarte cuando no puedas, quiero estar por el simple hecho de estar.
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