Una carta de una pasajera para un residente del lugar

         Esta es una carta de amor de una joven para un hombre mayor a ella que ha robado su corazón más de una vez.

         Querido mecánico:
                  Usted sabrá quién soy con facilidad cuando le diga un dato muy sencillo: paso por la puerta de su trabajo en cualquier momento del día con mi perro gris de ojos amarillos. Creo que no hace falta decir qué raza es, porque sería demasiado fácil ubicarme, a menos que así lo quiera. Pero estoy segura de que ya sabe quién soy. Bien, quiero que sepa lo siguiente:
                  Me dirijo a usted con esta carta, sabiendo que nunca podré vivir más que en la ilusión de ser usted y yo, para preguntarle si está la posibilidad de hacer realidad aquella ilusión, del cual le hablo. Vivo esta noche como si fuera una noche para recordar junto a usted, bajo la luna, bailando, sin importar la ausencia de la música. Sé que esto no es de su agrado, pero vengo mirándolo hace más de un año, y a pesar de que me vaya de viaje sin retorno, sigo amándolo como la primera vez que nuestras miradas se han cruzado.
                  Créame, sé que estará pensando, al leer esta carta de mí, que es una estupidez. Sin embargo, siempre quise darle carta alguna que le he escrito. Debe saber que es usted quien ha invadido mis sueños sin más que llenarme de ilusiones.
                  Y aunque he creado un mundo de sueños con usted, donde sé que todo puede pasar sólo ahí, no pierdo las esperanzas de enamorarlo y cautivar su mirada radiante entre risas y sorbos de cafés, donde todo lo que siempre he querido decirle, se lo digo.
                  Sin más retornos, me paso a explicar porqué hago esto por carta, y no por palabra: es usted quien me pone el corazón palpitando más de lo común, me acelera la respiración, me deja muda, y me pongo a temblar en su presencia. No sé cómo dejar de actuar como no debo, sino aún no sé cómo actuar como se debe frente a alguien tan deseado como usted. Por favor, hágame el favor de desaparecer de mis sueños y no me llene más de ilusiones falsas. Hágame saber de una vez por todas si tengo o no oportunidad con usted.
                  Sé que es difícil de admitir, pero es realidad. Tan sólo permitame preguntar qué es lo que lleva dentro su corazón, sin alterar lo poco que tenemos. Estaría encantada de tomar aquel café con usted, para poder conversar de esto, y explicarle mejor, si es que puedo hacerlo.
                  Hay algo que es seguro, tengo pasión para ofrecerle, junto a un amor intenso, y un cariño inagotable, que comienza con un sí suyo. Le puedo asegurar que nos pertenecemos juntos en esta vida llena de aventuras que tan sólo podemos vivir el uno con el otro.
                  Le dejo esta carta para que piense, si quiere, en algo que puede darle mucho... Mientras tanto, lo mira apasionadamente, su admiradora.