A donde quiera que vaya, tú eres mi tesoro más preciado. Por las noches, bajo el cielo estrellado, al ver los puntos brillando, pienso en ti, en cómo estarás... tantas cosas, que simplemente me dejan deseando ser tu sueño.
Cada paso que doy, me pregunto por ti... Las noches de otoño, al llegar aquel viento del oeste, mientras las hojas me susurran tu nombre, me llevan a ti, corazón.
Tu sonrisa hermosa, al dibujarse, se parece a la medialuna de la noche despejada...
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