Lo amaba. Estaba a su lado siempre, aunque nunca se animó a decirselo. Siempre estaba cuando la necesitaba. Podía confíar en él, sabía poder acudir a él, mejor que a nadie.
Lo amaba en secreto. Era apasionada por su mirada. Se llenaba el alma con tan sólo oir su voz.
Con sentir el calor de su cuerpo, aquella noche, se había indundado en una pasión intensa, un sentimiento profundo... Y luego, quedó con la intriga por siglos. Podía sentir sus miradas en ella, pero aún así, se preguntaba si la amaba. Si sentía algo también.
Un día, ella no tenía adónde ir, cuando se fue de casa, debido a problemas... Supo que podía confiar en él, y las noches se tornaron aún más intensas, debido a que lo veía pasar a su lado con más frecuencia.
Cuando éste enfermó, cuidó de él, hasta su mejoría. Aunque continuo cuidandolo durante más siglos. Y durante ese tiempo, agonisaba en amor. Y para cuando se dio cuenta de que podía partir, sin que él lo notase, partió. Retornó a sus sueños, aquellos que eran parte de ella, y la llenaban de color y esperanza.
Y para cuando partió, ambos se dieron cuenta de que era tarde... tarde para decirlo. El día en que amaneció lejos de su tesoro más preciado, lo supo... Sólo que se preguntó por qué el silencio. Tal vez, por temor a perderla un día, sabiendo que ese día llegaría.
Para cuando volvió luego de recorrer los lugares más atraídos por su corazón, sólo esperaba con encontrarlo.
Sólo que esta vez, el tiempo había pasado, y a decir verdad, mucho tiempo pasó. Uno lejos del otro, sin saber nada del otro. Y cuando por fin lo encontró, él le dijo que lo lamentaba. Lamentaba no haberselo dicho, por lo menos, al oído, como un susurro de amor.
Ella lo miraba intensamente, y supo que valió la pena quedarse a su lado, perdiendo el tiempo para sus sueños. Tampoco, el tiempo les pasó por encima. Cuando no aguantaban más ya las ganas, ni se pudieron contener, ella supo que en aquel momento, él le entregaba la vida y su amor en el beso más intenso que le supo dar.
Volvieron a aquella noche apasionada. Para ella, despertar a su lado fue como ver las estrellas desde cerca. Y ese mismo día, le preguntó por qué, por qué la amaba en silencio. Él sólo la miró, y le susurró al oído: "porque soy un idiota, y por temor a perderte, como pasó, te amé en silencio, te amo como lo sigo haciendo, y esperé por ti". Ella alzó la mirada a la luz que atravesaba por la ventana, y recordó... Ambos se amaban en silencio. Y aunque ella lo sintiera, también por temor, no dijo nada...
viernes, 17 de septiembre de 2010
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Historias que vendrán
Lo que nadie sabe es que muchas veces, el verdadero amor puede llegar cuando sea tarde, pero para ese entonces, no será tarde, ya que lo hemos encontrado.
Nunca es tarde para las buenas cosas. Aunque cuando somos jóvenes queremos lo bueno en aquel entonces, para cuando seamos viejos en el tiempo, no sé qué es lo que nos quedará en verdad.
Podemos jugar con los sentimientos del presente, pero no con los del mañana. Podemos jugar con las miradas del hoy, pero no con las que vendrás en el tiempo futuro.
Estamos viendo historias pasar, cuando sentimos que la nuestra no vale la pena ser contada, ni oída. Pero en cuanto la narremos, sabremos que para ese entonces valdrá toda la pena del mundo que sea relatada y escuchada por muchos que hoy no están...
Entre redes e historias del pasado
Contigo en la distancia siento que no puedo volar, pero cuando estamos juntos, cuando estás a mi lado, puedo hacerlo, y más. Contigo, sé que puedo hacer más de lo que soy capaz, porque estás tú ahí para mí.
Claramente, hemos perdido años del otro, hemos pasado el tiempo sin saber del otro, y ahora, no podemos saber todo de repente, pero muero por estar a tu lado y escucharte. Deseo escucharte contar mil historias, tu voz para mí es mi balada perfecta.
Dime dónde estás, iré hasta ti para hacerte saber que un amor real jamás de olvida simplemente.
Me iré de viaje a Chicago, y quiero que vengas conmigo. No hay mejor que tu compañía misma en cualquier instante. Tan sólo dime que no es tarde para este amor que jamás murió. Un amor que no deja de respirar, una sensación bella como inaudita, algo que deja huellas en nosotros.
Dime dónde estás, iré hasta ti para hacerte saber que un amor real jamás de olvida simplemente.
Me iré de viaje a Chicago, y quiero que vengas conmigo. No hay mejor que tu compañía misma en cualquier instante. Tan sólo dime que no es tarde para este amor que jamás murió. Un amor que no deja de respirar, una sensación bella como inaudita, algo que deja huellas en nosotros.
Niño y hombre
Dos maneras de ser. Vida y placer. Así es como me enamoras con tu forma de moverte.
Ven y búscame como la mariposa a la libertad del son.
Hay cada quien busca su canción de amor, como quien busca su canción de expresión.
Amigo, cómo no te das cuenta de que me he enamorado de ti, que por esa razón jamás te olvidé, me has seducido entre los años... con el corazón a punto de estallar, si te acercas una vez más, te diré la verdad.
Me duele verte sabiendo que no me amas. No resisto a estar sin ti, es por eso que me hace falta la respiración, porque me la quitas hasta volvernos a ver, la guardas, la mantienes y luego me la devuelves hasta retornar a nuestros cuerpos.
Quiero tenerte entre mis brazos, para saber que puedo continuar convida.
Dime dónde estás, y te buscaré.
Te amaré hasta que no respire más
Por ti daría la vida, lo dejaría todo porque estuvieras aquí, junto a mí.
Quiero hacerte sentir que cada día te vuelvo a elegir, quiero vivir la vida entera junto a ti. Y si no podré, es por razones del amor, que no caben en la razón. Razones que sólo el amor puede explicar, aquellas desconocidas que aún no logro descubrir.
Te voy a amar, y hacerte sentir que eres el único para mí... Quiero estar a tu lado, para cuidarte cuando no puedas, quiero estar por el simple hecho de estar.
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