A mi lado

                 Tras separarme de quien amaba y me he enamorado, y tras su muerte, me acribillaban esas preguntas de si volvería a estar con alguien que acepte como soy, alguien que me quiera, alguien que no quisiera que cambie y ni pedirme nada que no pudiera dar si no quería o no me salía de tal manera.
                 Me preguntaba si habría alguien después de él, con quien querernos como somos, sin esperar que el otro cambie por nadie, sino por sí mismo, alguien con quien querernos libres, ese alguien que sea mi compañero, mi amante, mi mejor amigo, con quien dejarnos ser...
                 Pensaba en la posibilidad de que tal vez no hubiera nadie por un tiempo largo, y sin embargo, apareció ese King Kong que lo es todo, todo lo que quería, querernos como somos, en libertad, sin esperar que cambiemos, ni nada que el otro no quiera, quien me cuida a su manera y yo a él. Con quien compartimos sueños en común, que ni sabíamos que los teníamos.
                 Sabemos que somos el uno para el otro. Y tengo miedo de perderlo. Fue mi gran apoyo tras la muerte de mi amor anterior, y ahora él es mi nuevo amor, que lo puede todo. A quien le entrego mi lealtad, y sé que tengo la suya también. No quiero perderlo porque sabemos lo que buscamos, respeto, honestidad y lealtad, es todo.
                 Sé que no soy fácil, él lo sabe, aún así, tengo su apoyo como él tiene mi apoyo, incondicional. Simplemente, espero que valga la pena, hoy y siempre.

Why fall in love?

         Esa es la pregunta, ¿por qué enamorarse?
       
         Me he dado de que me enamoré antes de irme a un viaje grande, del cual, no sé cuándo volveré a mi ciudad.

         Aún no se lo hice saber. Duda de mi amor, por querer una relación abierta.

         Después de muchos años, llegué a la conclusión de que la monogamia no es para mí, aunque tampoco el poliamor (aunque sí entiendo y estoy de acuerdo con este termino).

         No me hes fácil querer a muchas personas a la vez.

         Y resulta que me enamoré de un 21 años mayor que yo.

         El problema radica en que tenemos conceptos diferentes del amor. Además de que me he desconstruido muchos pensamientos, como acerca de lo que es el amor.

         Aunque sepas que esa persona es para vos, y vos sos para aquella persona, si hay diferencia de pensamientos, es más complicado.

         Pero me he encontrado amando y extrañando más de lo que creí que podría hacerlo por alguien que duda de mi amor, sólo por buscar un tipo de relación diferente a la suya.

PD: Estaré eternamente amandote, y enamorada de vos.

Cómo te sentirías si te digo que te quiero?

         Cada vez que estoy a solar con vos, me siento más joven.

         Estábamos sentados en el balcón, robándonos besos, yo tenía mis brazos rodeándote, viendo cómo la salida del sol reemplazaba a la luna, donde tenemos preguntas que no deberíamos hacer, pero...

         ¿Cómo te sentirías si te dijese que te quiero? Es sólo algo que quería hacer.

         En verano, mientras las lilas florecen, el amor fluye más profundo que el río con cada momento que paso contigo.

         Dime que también me queres...

How would you feel, de Ed Sheeran

¿Qué es la vida sin riesgos?

            Esta vez, ella no tiene miedo. Faltan un par de días para que ella emprenda viaje a Brasil y hacer su aventura por Mercosur y México. Y todo lo que quiere es volar bien alto con él, disfrutar del tiempo que tienen uno del otro. Aunque le encantaría gritarle al mundo que no son amigos, sino que son algo más.

            Ella quiere prometerle que todo estará bien, y que nada va a terminar mal.

            No ha dejado de pensarlo desde que lo conoció, y cómo le voló la cabeza. Y que todo estará bien, porque nada le impide decir que sería hermoso besarse, tocarse y sentir su una y otra vez.

Tiene miedo de que terminar mal, por 21 años de diferencia

            Él es 21 años mayor que ella, él en sus 46 años y ella en sus 25.

            Lo único que piensa ella es poder disfrutarlo al máximo, dejar de lado las cicatrices del pasado, mirar el presente, como si fuera el último día, y poder abrazarlo como si fuera el último que se dieran en su vida. Poder darle la mano mientras caminan, diciendole con suaves roces, el amor intenso que le tiene, sin una sola palabra.

            Mirarlo como si fuera la última vez que lo mira, besarlo como si fuera el último beso.

            Contarnos mil historias para reírnos, porque lo que menos queremos es llorar, sino sonreírnos mutuamente. Bailar si podemos.

            Sin embargo, por primera vez, es el otro el que tiene miedo y no ella. Él tiene miedo de que todo termine mal por una vieja experiencia, por una 11 años menos. Y esta vez, ella no tiene miedo, sino ganas que sobran de estar con él, apreciar cada momento a su lado, prometerle hacerle feliz de la manera que pueda, amarlo en silencio. Darle toda la pasión guardada que tiene, y unas ganas de que el amor emerja desde lo más profundo y sincero

La ilusa

            Quiero sentir pasión en mis huesos, quiero sentir amor una vez, despacio, lentamente, encontrar un compañero leal (no fiel), alguien que me quiera y me haga un poco de esa compañía que tanto necesito, como ir a tomar un café, como ir a charlar a la plaza...

            Pero me doy cuenta de que todo aquello que pido es una ilusión pobre de algún hemisferio de mi cerebro que le patina para creer que puede pasar eso. No pido enamorarme, ni que se enamoren de mí, ni pido amar ni que me amen, sin embargo, me gustaría algo más que sexo, no obstante, al fin y al cabo, es sólo eso, es sexo y nada más.

            Miro a casi años atrás y lo único que veo es sólo sexo y únicamente eso. Todavía no entiendo por qué creo que puedo conocer a alguien que quiera darme y recibir algo más.

            Nunca hablo de ser pareja, o de ser novios, ni de amarnos, tampoco de sernos fieles, o no estar con otras personas, no me parece mal. Pero sí pienso en alguien que pueda darme compañía incondicional, leal... y viceversa.

            Hasta ahora, a mis 25 años, nunca me enamoré, ni se enamoraron de mí, nunca amé, más que a mi hermana, y a mis animales. Sé que no debería pensar en esto, pero a veces, pienso que puede ser que me enamore de alguien cuando esté a punto de morir, o si llego a los 72 años, puede que me enamore a edad.

A veces, tenemos miedo de ver si la herida que está debajo está abierta todavía o si pudo haber sanado.

      La espera para ver si me he enamorado o no, si es una confusión, lo que seguro es, pero nunca se sabe. Aunque considero que es más de lo mismo.
      Hay alguien que me mima cuando estamos en la cama, hay mucha conexión, hay mucha piel, química, hay ese algo que nos hace volver, pero es algo muy tranquilo.
      Es algo que no pasaba. No es uno más de la lista. Pero me da miedo esa manera que tiene de tocarme, de acariciarme, de excitarme, de hacerme desearlo más y más, no puedo dejar de pensar en él y sus palabras: sentite libre, acá no hay mal ni bien que hagas, no hay manera de que me haga sentirme criticada ni juzgada, y es muy raro. Pero ambos buscamos exactamente lo mismo.
      La manera que tiene de mimarme, me vuela la cabeza. Y es por ésto que me aterra que haya una posibilidad de enamorarme de alguien que no se enamore de mí, y más sabiendo que en 50 días me voy de viaje, y no volveré en un tiempo largo.
      A veces creo que sería mejor no volver a verlo, para evitar que algo pase, y salir lastimada, como siempre. No obstante, también tengo el deseo y las ganas de volver a verlo, tener las ansías de verlo nuevamente, su pecho con el mío, su manera que tiene de tocarme, como nadie, me hace perderme en esta realidad.

Te extraño

                  Aunque te extrañe tanto, prefiero regalarte mi ausencia y no mi presencia, porque me diste miles de razones para darme cuenta de que no la valoras, aunque no te hayas dado cuenta. Y aunque te ame y te espere, y quiera darte la vida entera, sé que querré volver a mi vida. Antes de volver a regalarte mi tiempo y presencia, prefiero darte mi ausencia y hacer mi vida, con los miles de riesgos que tomo a diario. Y me doy cuenta de eso, que al menos yo sí tomo riesgos, pero vos no.

Encendiste mi alma

                  Debo reconocer que me encendiste el alma, me encendiste por dentro y fuera. Me renovaste el cuerpo entero. Me diste lo que había perdido, y si tengo que volver a viajar y atravesar esos miles de kilómetros para que me lo devuelvas, lo haré. Me encendiste y me elevaste de una manera inexplicable, de una forma que nadie pudo, y menos en una noche. Tal vez no te lo diré jamás. Tampoco me importa que lo sepas, con que yo lo sepa, es más que suficiente. Hicimos la danza de dos almas enamoradas de una manera maravillosa. Y si tengo que viajar mil veces, para volver a enamorarme por el mundo, lo haré. Sólo diré que lo nuestro fue eterno, pero breve. No sé por qué, pero sé que valió la pena esperarte.

Poder viajar para crecer...

           La bici es quien me lleva a todos lados. Mis tatuajes son mis accesorios. La música, una compañera. Los libros me ayudan a expandir mi imaginación. Un lápiz y un cuaderno, la mejor manera de expresarme. Pero el amor es quién me desarma. Y quién me mantuvo despierta una noche entera en un viaje.
           Vendrán nuevas historias. Vendrán nuevos viajes. Vendrá mucho porqué vivir. Siempre hay un nuevo amanecer como un atardecer viejo, igual que el calor de un abrazo viejo siempre es necesario.
           Siempre nacen nuevos miedos en el alma. Voy viajando para crecer.
           Esto fue cosa tuya, no mía, tú pusiste tus manos sobre mi cuerpo y me dijiste que estabas preparado para el salto grande.

Quién dice que el amor decide.

               Todos nos preguntamos para qué vivimos. Es lo que me pregunto hoy. Pero sabemos bien que la vida es el viaje más largo, o incluso el más corto. Hoy me doy cuenta de lo que realmente quiero es viajar. No hay nada mejor. Pero va a costar y mucho, porque hay cosas que tengo que hacer antes. Y sé que será difícil, porque lo que más duele en la vida es enamorarse, que se enamoren de vos, y no poder vivir ese amor. Pero lo que más duele, es llegar a un punto en que te das cuenta que hay mentiras escondidas.
               Pero el corazón sana, cueste lo que cueste, sana. Y sé que hay mucho por ver en los viajes, sé que puedo enamorarme en otro viaje, sé que hay mucho por vivir, y por estudiar para ser alguien.
               Sé que puedo encontrar a ese alguien en mi ciudad como en un viaje, pero lo que más me importa es que quiera viajar conmigo, que quiera lo mismo que yo, y viceversa. Ese alguien que me acepte y yo a él.

¿Qué es lo que tú quieres?

Noah: ¿Quieres quedarte conmigo?
Allie: ¿Quedarme contigo? ¿Para qué? Siempre estamos peleando.
Noah: ¿Qué? Siempre lo hacemos. Es normal. Tú sólo dime cuándo me comporte como un maldito arrogante, y yo te diré cuando me irrites. Que por cierto, lo haces la mayoría del tiempo. No me da miedo herir tus sentimientos. Tengo dos segundos para ser honesto, y me sales con tus estupideces.
Allie: ¿Y qué?
Noah: No va a ser nada fácil. Va a ser muy duro. Tendremos que trabajar en esto, todos los malditos días. Y me gustaría hacerlo, porque te quiero, quiero que estés conmigo para siempre. Solamente tú y yo. ¿Harías algo por mí? Por favor, imagina cómo sería tu vida conmigo en 30 o 40 años. ¿Cómo lo imaginas?  Si Lon está en lo que ves, entonces vete. Lárgate, ya te perdí una vez y creo que podría soportarlo. Si es lo que quieres, bien. Pero no tomes el camino fácil.
Allie: ¿Qué camino fácil? No hay camino fácil. Haga lo que haga, alguien saldrá herido.
Noah: Deja de pensar en lo que los demás quieren. En lo que yo quiero, o en lo que él quiere. O lo que tus padres quieren. ¿Tú qué quieres? ¿Qué es lo que tú quieres?
Allie: No es tan simple.
Noah: ¿Qué es lo que tú quieres? Responde, ¿qué es lo que quieres?
Allie: Ya me tengo que ir.

Una noche en el balcón...

               El 15 de agosto salía de Buenos Aires a Chubut, para ser más exactos, de Capital Federal a Puerto Madryn. Llegué al día siguiente, después de 21 horas de viaje. Fui caminando desde la terminal hasta el hostel.
               En el camino, me compré unas zapatillas nuevas, que necesitaba, ya que había llevado unas botas polar. De paso, comprando las zapatillas, me comentaron de los avistajes a las ballenas, pero debido a los muchos días que me quedaría, no podía hacerlos, así que preferí guardar la plata para poder tener comida.
               Tuve momentos en que me quería volver, porque extrañaba mucho a mis animales. Y porque me puse a pensar en alguien, con quien había comenzado a tener relaciones sexuales. Pero debido a que no acostumbro a estar en pareja o a que me quieran o me esperen, había dejado claro que no quería más que eso.
               Llegué a acortarme con mi compañero de cuarto 3 días, y por la forma de tratarme, y por momentos, sentir que me invadía mi espacio personal o falta de respeto en otras situaciones, me puse a pensar en la persona que estaba en Capital, esperándome, y por la confusión de que me trataba mejor que el marinero, no tuve mejor idea que pensar en que quería estar con él. Pensaba que era la mejor opción que tenía. Sin embargo, no era cierto.
               El marino llegó a confesarme haberse enamorado de mí, pero nunca le creí, por el simple hecho de las pelotudeces que me hacía. Como querer tocarme la oreja cuando desayunábamos, simplemente invadir mi espacio personal, o cuando quería dormir, y seguía hablándome.
               Una semana antes de irme, volvía a ver a un chico, amigo del recepcionista de la noche. Justo, esa misma se había cortado la luz por una hora, y me quedé con ellos dos y un amigo más a charlar, debido a que tenía miedo de estar sola en mi habitación. Estuvimos charlando durando el corte de luz. Y cuando el recepcionista me comentaba que este chico gustaba de las películas románticas, fue cuando me di cuenta de que era para mí, y pensaba que si lo dejaba ir, que no me lo perdonaría nunca si me quedaba con la duda.
               Esa misma noche, los chicos jugaron al pin pong, y yo me quedé un rato a observarlos, por sobre todo a él. No quería irme sin antes lanzarle alguna mirada que otra. Pero de esas miradas coquetas. Sin embargo, pensaba en que no debería intentar nada, por la persona que me esperaba en Capital. No obstante, sabía que no era mi pareja, tal caso, que no sería una infidelidad si algo ocurría. Pero la noche pasó sin dar a lugar a algo.
               Luego de cinco días, en mi cumpleaños, él y su amigo vinieron, y lo festejamos con el recepcionista y un compañero. Recuero esa noche, que él hizo lo posible para ver si me acercaba, pero traté de disimular, porque sabía que mi ex-compañero de cuarto me diría cosas.
               Al ver que hacías esas cosas, recuerdo que me moría de amor, como cuando uno de sus amigos dijo que le gustaban las películas románticas, fue ahí cuando pensé: ''Es para mí,..''
               Cinco días más tarde, en mi cumpleaños, supe que era él. Mi príncipe azul, supe que era a quien buscaba. Pasamos la noche juntos, desvelados. Al día siguiente estuvimos caminando por la playa, llegamos a unas cuevas, donde él miró el mar y me dijo:
               - Que buena vista hay desde acá.
               Yo lo miré y le respondí.
               - Desde acá también hay una buena vista.
               Él sabía que me refería a él.
               Ambos sabemos que somos a quién buscabamos.
               El miércoles, en la noche, cuando nos quedamos solos, le pregunté si quedaba conmigo, y cuando me dijo que sí, lo besé y fue eterno ese beso. Ninguno de los dos nos queríamos ir, ni perder al otro. Nos enamoramos en una noche, aunque no es fácil de creer, ni nosotros lo creemos.
               Pero así fue. Así es como empieza nuestra historia. Llegué a Baires, y aclaré todo. Alguno que otro se enojó por haberme enamorado, diciendo que lo lastimé. Pero no eramos novios, y no le había jurado amor eterno. A mi príncipe le juro amor eterno, y es él a quien busqué tanto tiempo.
               Pude enterrar un viejo amor, sin saber que venía uno a devolverme el amor que le tengo a este nuevo amor.

Viajes del alma

        Cuando pensás que todo está perdido, aparece alguien que hace que vuelvas a escuchar música, que estés de mejor humor, que da sin esperar nada a cambio. Y después de que marcas tanto el territorio con que sean libres, y que cada uno haga su vida, que cada uno esté con otras personas, llega la noche cuando te dice que estuvo con otra mujer y te quedas dura, pensando: ''uy, me muero...'' Y recalculas, y pensás en que le diste esa libertad, hasta que te das cuenta de que está bromeando, pero sabes que fue como un puño.
        Y cuando te das cuenta de que realmente querés estar con él, sabes que se viene el viaje, en el cual pueden surgir otras historias, y que no querés lastimarlo, entonces, es ahí cuando pienso: ''no puedo ahora, tendrá que ser en otra ocasión lo nuestro.''

Hold me back to the river...

               Sostenme fuerte de vuelta hasta el río... Sígueme hasta la orilla del río para robarme una sonrisa y capturarla en una foto. Quiero amarte como nunca pude hacerlo, quiero que me ames como nadie supo hacerlo. Quiero que me acompañes como nadie supo hacerlo. y si esto tiene que durar un par de años y no la vida entera, ¿qué va? Siempre serás ese hombre sumergido en mis más recuerdos.
               Contigo, puedo dejar fluir todos mis sentidos, mis sentimientos salen a flor de piel y puedes darte cuenta. Cuando me miras, logras robarme una sonrisa espontánea que nadie saber robarme. Cuando me miras y me saludas, logras que me quede pensando en tus ojos, en tu sonrisa, en tu voz, en querer ir a tus brazos y susurrarte: ''Quiero conocerte...''
               Si alguna vez quisieras estar enamorado, aquí estoy, pasando a tu lado todos los días, para que te decidas a conocerme como a mí me encantaría conocerte.