I'm your woman

       Vivo intentando superar mi día a día, tratando de no salirme de foco, tratando de seguir mi línea de sueño, de mi escritura. Puedo cambiar muchas cosas de mí, pero hay una que no puede cambiar, mi pasión por el escribir, mi ganas de vivir, mis ganas de amar. Hay quienes dicen que me merezco a un hombre... porque sé amar. Así me considero, pero a la vez, pongo en duda todo lo que sé, todo lo que he aprendido en mi vida hasta hoy. Tengo ganas de tener a un buen hombre que me ame por tal y cómo soy, que sepa valorarme, amarme, serme fiel... que sea mi hombre, único, que me conozca tanto como para querer quedarse junto a mí, para poder llegar a un punto de nuestras vidas y decir: "siempre hay un momento de nuestras vidas juntos, que necesitamos la ayuda y el apoyo incondicional del otro, sin preguntar". Yo quiero a ese que pueda hacerlo todo por mí, que me desmuestre amor incondicional, amor apasionado... Que no sólo sean palabras.

I wanna be

       Quiero no sufrir ningún momento. Quisiera no ser artista, para no ser quien más sufra todos los males que se presenten, pero si no fuera artista, no podría crear mis historias, lo que me llena, no podría desahogarme de la mejor forma, mientras que mejoro en algo, y voy creciendo, aprendiendo cosas cotidianas que como artista, puede que las necesites. Quisiera ser una orca, para poder navegar por los mares, para ser una maravilla acuatica, para no ser domada, para ir por ahí, sin nada que me detenga, para crear más maravillas, tal vez. Quisiera ser quien en verdad me gusta ser, y creo que, en parte, es así... Quisiera estar enamorada totalmente de aquel que me ame apesar de todo lo que pueda pasarnos. Quiero ser escritora.

Bananas keis

       Cada sueño que tengo con cada hombre que he amado, o me ha atraído, los tomo como una señal. Algunos más que otros, tal vez. Pero a fin de cuentas, todos deben tratar de decir algo, deben tener un significado que ningún otro sueño deba tener. Claro está, que algunos tienen más significados que otros, por el contenido, por con quién sueño... "Banana keis." Mis sueños pueden adoptar ese nombre, bananas revueltos, por tantas razones.

Might not be tonight, tomorrow or the next day, but everything is gonna be okay

       Hay algo diferente en él. Pero claro está, que para mí, cada uno es diferente cuando me enamoro. Es terrible en mí, nunca hay alg que cambiar. Pierdo los sentidos. Y tiendo a caer en lo mismo. Pero esta vez, hay algo diferente. Cada hombre vulgar que me ha visto pasar por la calle y me ha silbado, fueron cada uno más asquero y despreciable que he vivido estando allá por aquel instante, pero cuando él, cuando él me vió pasar y me silbo, fue... esta vez, puede jurar que fue diferente, no fue ni de asqueroso, ni de baboso, ni de vulgar, ni despreciable. Es él quien se detiene a mirar al pasar, es él quien se da media vuelta cuando paso cerca suyo, es él quien se atreve a abrir la puerta para decirme "hola". Claro que aún no me ha demostrado con su mirada que me cuida, y eso es lo que amo en un hombre, su mirada cuidadosa, que me cuide con la mirada, y no con las palabras, ni privandome de cosas... No sé por qué, pero lo primero que me fijo en un hombre, es su mirada, siempre me hipnotizan con su mirada, y luego con su sonrisa. Hay algo en él que me hace volver allá. Sin embargo, ¿qué es lo que puede suceder entre él y yo, si sigo pasando por aquel lugar? A veces pienso que sólo será como hoy, pero a la vez, quiero que algo pase, aunque con miedo a compromisos como éste, no lo sé... "No será esta noche, mañana o el día siguiente, pero todo estará bien..." Así diría mi héroe... Y como diría mi mejor amigo imaginario: "Todo está bien..."

Por la vida

       Navegaré por mi vida, escribiendo lo que primero que se me ocurra, tratando de crecer y de aprender lo mejor que pueda. Vivir intentando, morirme escribiendo, siempre así. Pero, ¿por qué los artistas siempre somos los que más sufrimos? Hasta a veces, hacemos sufrir a otros, y por ende, algunos son artitas... ¿Por qué? Nadie lo puede entender, aunque, tal vez, en unos años largos, algún filósofo lo descubra.

Why do it?

       ¿Por qué estar en pareja, para luego, ser infiel a aquella persona? ¿Es por qué ya no estamos sastifechos con dicha persona, por qué encontramos algo en otra persona que ya no sentimos por nuestro novio/a? ¿Por qué?

       Si simplemente nos ponemos firmes, y fieles a dichas personas, podemos recibir y dar más de lo esperado.

       Hay veces que ella también tiene miedo de estar con alguien, cuando ama a una persona que conoció anteriormente, y hace tiempo que viene sintiendo algo por dicha persona.

Nuestro amor será leyenda

No hay doctor que me retenga
No hay dolor que me detenga
No hay planeta que me eclipse
O de tu lado me desvíe
Del clamor yo no dependo
Del halago me desprendo
No hay error que me resigne
Ni un porqué que me empecine
No hay rencor que me de frío
No hay amor como este mío
Tus acciones te definen
El destino es quien camine
No hay temblor que me delate
No hay distancia que esté lejos
Desde lejos nos tenemos en el fuego
Desde lejos nos tenemos en los mares
Desde lejos yo te siento amor
Desde lejos nos tenemos en los huesos
Desde lejos nuestros cuerpos se hacen aire
Desde lejos yo te puedo amar
Desde lejos nuestro amor será leyenda
Desde lejos hablarán
De este amor que es de leyenda van a hablar
No hay honor en esta guerra (ni en ninguna guerra)
Ni fervor que la merezca
No hay un fin que me de frío
No hay bufón que me divierta
Si eres fe yo me convierto
Tu existencia me da aliento
Te lo digo convencido
No hay amor como este mío
Y eso siento más o menos
Y por eso mismo muero
Dime si no merecemos
Dar la vida en intentar
Si he de amarte desde lejos
Quiero hacerlo hasta el final… final, final.
Desde lejos yo te quiero con el fuego
Desde lejos yo te tengo con los mares
Desde lejos yo te siento amor
Desde lejos nos tenemos en los huesos
Desde lejos nuestros cuerpos se hacen aire
Desde lejos yo te puedo hablar
Desde lejos nuestro amor será leyenda
Desde lejos hablarán
De este amor que es de leyenda y tú te vas

Cicatrices

       Dot también mostraba interés por él.
          -MacKenzie, ¿estás ocupado? -preguntaba su jefe por teléfono.
          -No,- en verdad, estaba viendo una serie en la televisión.- ¿Qué sucede?
          -Un robo a una vecina.
           -¿Quién es?
           -Emma Pattinson. Actriz de teatro. Anoche salió de su última función y la asaltaron.
           -Bien, voy para allá...
       Después de hablar con su jefe, llegó a la casa de la víctima.
           -Srita. Pattinson, él es el detective MacKenzie.
           -Hola...- dijo Siaro algo anonadado por ver a aquel rostro.
           -Sr. MacKenzie. ¿No lo he visto antes?
           -Ah... no, que yo sepa- Siaro no quería involucrarse con la víctima, y no se reconocía a sí mismo.
           -¿Está seguro?
           -Sí, -dijo algo vacilante.- Bien - dijo luego de un instante,- digame, señorita, ¿qué sucedió anoche?
          -Bueno, como ya sabrá, anoche, luego de mi última función, me asaltaron, y después de lo ocurrido, llegué a mi casa y me encontré con este desorden. La puerta forcejeada, y faltan un montón de cosas.
          -¿Como qué? -preguntó Siaro. Al lado de éste, se encontraba una persona que tomaba nota de lo que Emma contaba.
          -Como los relicarios de mi abuela. Dinero, como esas...
          -Está bien.
          -Y digame, señorita Pattinson, ¿recuerda algo de los hombres que la asaltaron anoche?
          -Sí. Uno era mayor de edad, alto, oscuro de piel. Y el segundo era baja estatura, menor de edad, y blanco. El primero que les mencioné, tenía el rostro todo con cicatrices.

Mostraba interés por él

      Emma no entendía su comportamiento.
       Siaro no durmió bien aquella noche. Soñó con ella, y no sabía si era real, o no. No sabía qué pensar. Se despertó de la nada, el sol le pegaba en la cara, una luz tan natural y brillante, que no sabía qué hacer por consiguiente. Se levató y se dirijió al baño. Tenía mal aliento. Se lavó los dienters y miró su reloj, que marcaban las 13.08; "qué tarde", dijo. Normalmente, no duerme hasta tan tarde. No sabía bien lo que había sucedido, que tenía tanto sueño.
           -¿En dónde más la vi anoche?...- Pensaba. -Ah, no. Ya sé, Dot- le decía a su perro. -La soñé. Soñé con ella. Pero, ¿por qué?- terminó por cepillarse los dientes, luego tomó el desayuno. Tarde, por supuesto.
       Paseó un rato con Dot, notaba algo raro en aquella mañana. No lo habían llamado por nada, ninguna llamada al celular, ni al telefono fijo. Antes de salir, se había fijado, pero nada. Ningún mensaje en la contestadora.
       Seguía paseando a su perro, por las calles cálidas, solitarias y despejadas de su barrio. Tenía suerte de haber encontrado una casa con una buena ubicación para él y su mascota. Dot era tan tranquilo, que le traía paz a MacKenzie. Él era su mejor compañero de vida, siempre se lo encontraba con Dot. Eran inseparables, excepto cuando Siaro trabajaba, sólo en esas horas no se encontraban juntos. MacKenzie no sabía si llamar o no a la oficina para ver si había algo, pero como había tranquilidad, optó por no hacerlo, ya que si había un caso, lo llamaban.
       Hace tiempo que no se encontraba aquella paz en su interior. Él tenía su oficina en su casa, debido a que hace pocos años tuvo un accidente, y su jefe, desde su rehabilitación, decidió que se manejara desde su casa, aunque lo llamasen y siempre estaba trabajando con Falls, su otro compañero. Toby iba con frecuensia a la casa de Siaro, iba a visitarlo cuando éste no trabajaba, aunque eran muy pocos los días libres. Falls vivía a unas pocas calles de su amigo. Así que, siempre prefería caminar, y estar un poco al aire libre mientras que llegaba a dicha casa. Toby no tenía mascotas, pero se había encariñado con Dot. Lo quería como al perro que nunca tuvo. De vez en cuando, estaba con Siaro cuando lo paseaba, ya varias veces se quedaba a almorzar o cenar. Dot también mostraba interés por él.

Su comportamiento

      En el bar. Cuando salió, sólo pensaba adónde ir después de eso, y como no pensaba en mucho, comenzó a caminar hacia la derecha de donde salió.
      Emprendio camino sin fin, sin motivo alguna, más que despejar su mente. No sabía porqué se había del bar en ese instante. Tal vez, no queria más descepciones. ¿Descepciones en qué? Él se lo preguntaba "¿por qué me fui?, ¿qué habría pasado?. No importa ya..." ¿Qué más daba seguir pensando en eso? Nada. Él sólo caminaba y caminaba por las calles oscuras y desiertas de Manhattan. No tenía noción del tiempo. Quería consultar su reloj, pero a la vez, ¿qué importaba? Tomó su muñeca izquierda, y se fijó, lo mataban las ganas. Dos y media de la madrugada.
      - No puede ser - dijo. - ¿Dos y media?
      No había duda alguna que camino sin distracción en su mente, más que el mismo camino... Se pudo distraer tanto, que no pensaba en el tiempo.
      De repente, se escucharon algunas voces provenir de un lugar a pocos metros más adelante de donde él estaba. Vió salir a varias personas, ninguna cara conocida. Todos extraños, por supuesto. Podía ver cómo varios le gritaban a una persona que se había detenido ahí dentro, y todavía no salía.
      Cuando Siaro se aproximaba más al montón de personas, salío ella. Él se quedó anonadado. No sabía si era ella, o no. Había pasado tiempo que no la veía en aquel teatro, y luego, en el bar. Ella quedó mirandolo, también se extrañó.
      - Hola - dijo ella sin pensarlo. Siaro la miró, no sabía qué responder.
      - Amigo, cuando una persona te saluda, lo que corresponde es devolver el saludo. - Dijo uno que estaba por ahí, asomando la cabeza. Siaro, que caminaba con las manos en los bolsillos de su pantalón, le dijo:
      - Hola. - Y sin detenerse, siguió su camino. Ella se quedó paralizda por un instante.
      - ¿Quién era ese? -, preguntó una de sus compañeras, al verlo alejar, mientras que se acercaba a su amiga.
      - ¿Qué?
         - ¿Que quién era? - le preguntó sonriente, al mirarla.
      - ¿Sabés que no sé?
      - No sabes, y ¿por qué lo saludaste?
      - Su rostro... se me hacía conocido.
      - Se te hacía conocido - interrumpió un muchacho de ahí. - Claro.
      - ¿Qué? ¿Qué...?
      - Nada - dijo éste. Emma no entendía su comportamiento.

En el bar

      ¿Qué esperaban al ver a otros lados?
      Ese mismo día, en la noche, MacKenzie se encontraba en un bar, solo.
      Quería estar solo, y a la vez, rodeado de gente que no conociera. Miraba los rostros de los desconocidos, y no había duda alguna, que no conocía a ninguno.
      - ¿Otro vaso, señor? - preguntó un muchacho que atendía en la barra.
      Siaro asitió con la cabeza, y estiró su mano derecha, que sostenía su vaso. Le sirvió más cerveza, y tomó un sorbo, cuando entonces, se escucho una voz, él no podía distinguirla. Una persona se había subido al escenario que se encontraba en aquel bar, y fue en ese instante que MacKenzie se dió vuelta a la derecha, y vió cómo todas las personas se detenian a ver aquel rostro.
      Cuando la vió, se detuvo en seco. Él estaba ahí, sentado en su lugar, pero cuando escuchó que se presentaba, no pudo contenerse a sentarse en dirección a ella. La miraba detenidamente, se perdía en ella. Ya no sabía qué pasaba, para él, todo al rededor se esfumaba como si nada, y le faltaba el aire, sentía que no podía decir una letra. No se sentía a él mismo, no sentía su cuerpo, nada. ¿Qué más daba? Ella estaba ahí, él acá, y nada. Ella ni siquiera lo notaba.
       ''Ni siquiera me nota'', pensaba. ''¿Y si mejor me voy?''. Pagó la cuenta, y se marchó, ignorando lo que pasaba detrás de él, en el bar.

Otros lados

     Pero así era con él. Tenía dudas, de que si tal vez ella pensara en él. Pero, volvió a ser él con el tiempo. En los casos, pudo concentrar su mente, enfocarse como siempre, haciendo lado su vida personal. Él tenía muy bien entendido, por un lado, su trabajo, y por otro lado, su vida personal. Tenía la capacidad de aprender rápido, de compredener cómo eran las cosas.
     Aunque podía controlar sus sentimientos frente a lo cotidiano, y poder disimular muchas cosas, sólo no podía disimular una sóla: el estar cansado, agotado.
    - Detective, ¿se encuentra bien? -, preguntó de repente una de sus colegas, que estaba a su lado.
    - Sí, sí. Estoy bien, gracias.
    - De nada. Pero si lo está, digaselo a su cara, dice lo contrario. - Él la miró, y ella rió, y se marchó. Estaban en un caso, frente a una casa blanca.
    Entraban y salían personas del FBI, y demás.
    - Falls - dijo cuando vió a Toby. - Me dirás qué pasó.
    - Sí - guardo un instante de silencio, pero no sabía porqué.
    - Bueno, ¿entonces?
    - Una mujer de 40 años fue encontrada asesina en el baño de su casa. - MacKenzie puso cara de horror, y miró hacia arriba, a la izquierda, como si estuviese buscando alguna pista demás. Era temprano. Un día soleado, y él todavía no desayunaba, estaba hambriento. - No podes pensar tanto ahora, ¿no?
   - Estoy bien, Falls. Sólo necesito comer algo. Pero estoy bien. - Falls no contestó. Miró hacia otro lado. ¿Qué esperaban al ver hacia otros lados?

Así era con él

   Una o la otra. Cuando terminó el espectáculo, Falls estaba algo confuso, y a la vez, intentaba analizar lo presenciado, que no lograba comprender, aunque, a decir verdad, no era ninguna ciencia. Pero MacKenzie no hizo comentario alguno al respecto. MacKenzie había quedado atónito. No podía hablar.
   - ¿Qué fue eso, MacKenzie? - preguntó algo serio, algo furioso Falls.
   - ¿Qué?
   - Siaro, te pregunto acerca de lo sucedido con la joven de allá.
   - No pasó nada allá dentro. - Toby se quedó quieto, observandolo, esperando a poder entender porqué ese pequeño show. Siaro, que quedo de frente a él y a la puerta, no podía dar más que esa explicación. Con las manos en su bolsillo, mirando de ojo, sin poder contener su mirada en él, sólo sentía que era una situación incomoda.
   - Cuando quieras, hablamos. ¿Bien? -. Preguntó Falls. MacKenzie asintió con la cabeza, y emprendieron camino a sus respectivas casas por separados.
¿Qué podía pensar Siaro de aquello? ¿Aquello que vivió, era tan intenso, que el fuego le ardía tanto? Él no lo comprendía. Desde luego, nunca tuvo esa sensasión. Por eso, vacilaba bastante durante el resto del mes. Pasaban los días y él, de a poco, lograba concentrarse aún más en trabajo, como antes. De vez en cuando, volvía a verla en sueños, aunque no le comentaba nada a Falls. Pero tenía sus dudas, sus inquietudes. De vez en cuando, en las noches, la recordaba. No tenía ni idea él, pero así era con él.

Una o la otra

    Asientos ocho y nueve. Al entrar, ambos buscaron dichos asientos. Tardaron como dos minutos, en los cuales, llamaron un poco la atención de algunos. En los cuales, se encontraba una joven muchacha sobre el escenario.
A aquella nada podía robarle su atención, ya que estaba actúando. Y como era debido, su compañero le llamó la atención cuando prosiguío con sus líneas.
    Pero ella, aún anonadada, atónita, porque Siaro encontró su mirada en él. Él, quedó impacatado, quedó inmóvil, incapaz de seguir moviendose luego de sentarse en su asiento. Toby se preguntaba por la cuasa que provocaba a cierto caos, si se lo podía llamar. Éste no encontraba la razón... seguía mirando al escenario, esperando respuesta, pero nada.
Y sin dejar de mirar al escenario, Toby le hizo una pregunta a Siaro:
   - Siaro, ¿sabes qué está pasando? - MacKenzie, atónito, sólo titubeaba, no pudo decir ni una sóla palabra, a lo cual, a Toby le pareció extraño, y por esa razón lo miró. Y fue así, que comenzó a darse cuenta de que miraba anonadado a aquella muchacha. Cuando le hechó una mirada a la joven, comprendió que era a él a quien miraba, sin poder entender la razón por la cual mirarlo. Lo único que Falls quería era que la función continuase, pero a la vez, quería desaparecer, debido a que las personas comenzaban a mirarlos, a susurrar entre ellos, sin razón alguna. Él sólo quería esas dos cosas, una o la otra.

Asientos ocho y nueve

    Y el camino comenzó a tomar lugar. MacKenzie sólo se preguntaba por dentro ''¿adónde terminaremos?'' Aunque no preguntaba nada, la duda lo abrazaba de arriba abajo. Falls tampoco decía mucho, a decir verdad. Prefería que fuese sorpresa aquella noche.
    Primero, se detuvieron en una cafetería. Pasaron una hora allá, contemplando ver pasar a personas. Contemplar una escena a la que MacKenzie nunca se había detenido a ver. Él disfrutaba el poder tener paz. Paz de no tener que actuar. ''Al fin paz, tranquilidad...'', se decía a sí mismo. Después de la cafetería, sólo tenía que pensar en sus pasos, en los que daba en aquellos instantes. ¿Cómo saber, cómo adivinar lo que tramaba Falls? MacKenzie sólo lo seguía a él. 
   Aunque caminaba vacilante. Las calles, esa noche, para su suerte, estaban desiertas. Alguna que otra persona pasaba, pero no llegaban a ser tantas como durante el día. LLegando al centro, el detective comenzó a ver un teatro. Comenzó por extrañarse. Hacia tiempo que no veía uno desde su adolescencia.
   - ¿Falls?
   - ¿Si?
   - Es un teatro, ¿verdad?
   - Sí, así es. ¿Por qué?
   - ¿Por qué hay un teatro en nuestro camino?
   - Porque entrarémos ahí, y verémos la función que nos toca ver.
   - ¿Que nos toca ver?
   - Sí, sí. Esto te será de útil. Entrarémos ahí, te sentarás junto a mí, y verás la función que elegí para vos. Me han comentado que es muy linda...
   - ¿Una función? ¿Qué elegiste? -, lo interrumpió de pronto el detective, aún más vacilante. - ¿Vamos al teatro?
   - Sí, detective - ambos se encontraban en la puerta del teatro, en medio del paso. - ¿Entramos? - el detective no contestaba - te hará bien, de verdad. Necesitas despejar esa mente que tenes. - El detective seguía vacilante, hasta que respondió:
   - Está bien. Entremos - ambos entraron por la puerta del teatro, donde se podía ver frente a ellos se ubicaban unas escaleras grandes, que daban al primer piso, y que había pasillos debajo de las escaleras. El detective se podía perder en lo hermoso que era aquel teatro. Falls sacó las entradas, las observó mientras se detenía en el camino, y le decía a su compañero:
   - Siaro, es a la derecha - dijo éste señalando a su derecha con los tickets en la mano aún. - Vamos. - Y MacKenzie lo siguío. No quedaba en el primer piso, si no, cerca de donde ellos se encontraban. - Acá es -, anunció Toby, el compañero de MacKenzie.
   - Hola - dijo quien estaba en la puerta, a recibir las entradas. Las observó y dijo, al fin: - muy bien, entrando, por la izquierda, fila diez, asientos ocho y nueve.

Comenzó a tomar lugar...

      Él, el detective MacKenzie, era el mejor detective de todo el país. Resolvía cada caso con cada pista y movimiento que había en cada misterio. Siempre era a él a quien llamaban para resolverlos. Y siempre pudo. Investigaba con su colega, Falls. Su compañero de siempre, quien no le fallaba nunca, estaba ahí, a su lado, para él, su mano derecha, su amigo fiel de años.
Un día, Falls le insistió a su colega para tomarse el día libre, e ir a despejar su mente de lo cotidiano. Ese mismo día, MacKenzie aceptó, ya que veía la intensión de éste. Esa noche, Falls pasó por la casa de su amigo, y el camino comenzó a tomar lugar...

Quedate a mi lado

       Cuando no vea el amanecer, cuando no sepa ni tenga adónde ir, cuando no me encuentre al alba, cuando ya nada sea bueno, cuando todo se esté desmoronando, cuando falten tantas cosas, cuando ya no pueda respirar ni suspirar, cuando mi mente esté nublada, es cuando quiero que estés ahí, conmigo, a mi lado. Es cuando te pido, que sin importar nada, ni dónde, ni cuándo, ni qué, es cuando quiero, cuando necesito, cuando te pido quédate a mi lado. Porque yo haré lo mismo por vos, amor. Yo haré lo que sea por ti, cuando sea, sin importar dónde, ni qué, sin importar NADA. PORQUE LO QUE IMPORTARÁ, ENTONCES, SERÁ NUESTRO AMOR. Quiero poder envejecer a tu lado, poder saber que soy feliz de una manera incondicional. Quiero poder despertar cada mañana a tu lado, quiero poder mirarte, quiero amarte sin fronteras, libremente, apasionadamente y tan fuerte que sea un amor que no pueda romperse por nada en el mundo.

Stand by me

When the night has come
And the land is dark
And the moon is the only light we see
No I won't be afraid
No I won't be afraid
Just long as you stand, stand by me
So darling, darling stand by me
Oh, stand by me
Stand by me, stand by me
If the sky that we look upon
Should tumble and fall
And the mountains should crumble to the sea
I won't cry, I won't cry
No I won't shed a tear
Just long as you stand by me
And darling, darling stand by me
Oh, stand by me 
Whenever you're in trouble won't you stand by me
Oh, stand by me
Stand by me, stand by me, stand by me.
Darling, darling stand by me,
Stand by me
Oh stand by me, stand by me, stand by me…

Amigo fiel

       Él fue su amigo fiel, su amigo incondicional, quien estaba en todo momento para él. Él, Buster, el incondicinal, el único, su comparñero de siempre, quien un día, ya no desperto... Verás, no terminará nada de nada, él es tu amigo fiel, cerra los ojos, e imagitane junto a él, verás qué feliz volvés a ser... por él. Nunca se irá, mientras su recuerdo viva en vos. No te descuides, celebra lo que te pasa, triste o feliz, cambios extraños que hay en vos, debido a circunstancias, él está con vos :) Y todos lo recordamos fielmente. Tamibén, somos fuertes por vos, porque te lo mereces. No te olvides, él fue tuyo, y estuvo a tu lado siempre que lo necesitaste. Siempre estuvo ahí para vos y para nadie más. Los amamos, Boop & Buster ♥

Sometimes, the love

       A veces, el amor no está a la vuelta de casa, ni en la esquina... Si no, que la mayoría de las veces, está donde menos nos esperamos, donde menos creemos... Seguir caminando mientras que sabemos que no tenemos a nadie que nos ame como queremos, mientras que somos libres, mientras tantas cosas sin tener a nadie a nuestro lado, debemos seguir, sin presionar nuestra vida en ciertas circunstancias, y en otras circunstancias, sí presionar, pero en esta caso, no presionar porque podemos dar un mal paso. El amor es algo, que desde el principio, no es buscado, en cierta forma.

Oigo tu voz, sueño con vos

       Está segura de lo que quiere... y quiere a alguien que la ame, que la conozca y que la respete y valore por tal cuál y cómo es. No le gustaría terminar sola, pero al ritmo que va y cómo va, está segura que terminará sola... una historia triste será de contar...
       Quiere a ese hombre hermoso, imperfecto, digno de su amor, quien la entienda mejor que nadie, todo lo que ella imagino una vez...