Si tú no existieras

                     Por habernos encontrado accidentalmente en esta vida, no hay nada más doloroso que el dolor de ésto en el silencio. Por no encontrar almas parecidas a las nuestras, acabé por enamorarme de ti cuando menos me lo esperaba. Cuando más creí poder alejarme de ti, me doy cuenta de que no puedo.
                     Tú fuiste la respiración y era tan grande la ilusión, que con una sola palabra entre oraciones, pudiste romperla tan fácil como romper un hilo. Sé que dejarte ir es el remedio a esta enfermedad que yo misma busqué...
                     Vivo un amor que nunca puede tener su correspondencia. Si tú no existieras, todo sería más fácil, como más difícil. Contigo todo es diferente, el tiempo en que rozan nuestras miradas sin fin alguno. La suavidad con que rozan nuestros cuerpos, el tiempo en que estoy a tu lado, no es el mismo tiempo que pasa con otro...
                     Amarte es de los pocos privilegios que una mujer se puede dar. Cuando menos me lo esperaba, me fui a enamorar de ti. Cuando siempre lo evitaba, llegaste tú. Tardé más de una década en volver a hacerlo, que fuiste el ser en el que menos pensé en el que me iba a enamorar.
                     Tú, con tu manera de ser, con tu manera de moverte y la manera en que dices las cosas, tu vos... todo en ti, fue tan perfecto, aunque tus defectos se ven con claridad... Tus palabras son como armas, queridos... armas al corazón.
                     Yo no sabía lo que me sucedía contigo. Llegaba a tu lado y de la nada los latidos de mi corazón se aceleraban solos, y no entendía por qué, siempre me preguntaba por qué se aceleraban si simplemente estaba a tu lado, tú, quien nunca me miro más allá de un rostro bonito. Y no importaba cuánto me esforzaba por alejarme de ti, cuánto tiempo llevaba con alguien en una relación seria, siempre me escapaba para ir a verte desde lejos, y saber que nunca serías mío. Desde el inicio siempre supe que nunca tendríamos futuros, todo el tiempo supe cómo eran las cosas, y sin embargo me fui a enamorar de ti. ¿Por qué? No sé.
                     Ya no sé qué hago a tu lado, ¿qué espero?, ¿una esperanza de que me des importancia como yo a ti? Lo único que sé es que debo alejarme de ti, por cuanto te ame, debo dejarte ir aunque por dentro muera por luchar por ti, y querer darte todo y querer hacerte mejor persona. Pero no... Y lo que nos separa es la terraza, así debe continuar siendo.

Haciéndote compañía en las noches sin que lo notes

                   A veces, escapo de esta locura, porque verte hace tan mal como mis latidos del corazón no se controlan por tu presencia. He estado con tantos hombres, y tú eres uno más de ellos, pero sin embargo, mi corazón no sabe diferenciarlo.

                    Y sin explicación, cuando no veo, te sueño. Te sueño y es como si fueras tú realmente. Pero lo que realmente no sabes, es que he de hacerte compañía de vez en cuando en la terraza, cuando te veo pasar de un lado a otro sin que me veas. Es raro que me veas, simplemente, porque tú no quieres verme ahí, mirándote.
                    A veces, quisiera hacerte el amor, y amanecer a tu lado mañana tras mañana. Pero sé que es imposible. Es algo que aunque anhele con el corazón, sé que no podré hacerlo, porque es de a dos. Llevo tu aroma adherido a mi piel. Tus labios marcados en los míos. Esto ya no es amar, porque no puedo hacértelo saber por miedo al saber con más razón que ni me amas, sé que no lo haces, yo estoy para ti siempre cuando me necesitas, pero tú no lo estás para  mí.