viernes, 27 de agosto de 2010

Adolescencia

       Adolescencia es una palabra, que ya está distorcionada. Está fuera de contexto, a decir verdad. Ya no es como antes, todo ha cambiado. Los adolescentes de hoy sólo se juntan para hacer las previas, para ir de joda, para enborracharse, para estar de novios, si asi se les puede llamar hoy, a las parejas de adolescentes, aunque parencen una broma. Sinceramente, son cualquiera. Ahora, todo se basa en la joda, en tener lo que se llama novio/a, tomar, fumar para cancherear, para hacerse los capos, y como si fuese poco, también sexo. Hasta algunas quedan embarazan porque los chicos no usan protección, y no es sólo que si la mujer se cuida, no hace falta que el hombre se cuide, ambos deben hacerlo. Hay madres de 14 años en adelante. 
       Ya está destrozada la juventud de hoy. Sólo joda, ya no hacen nada productivo. Los adolescentes de hoy son el típico prototipo de pendejos que salen de joda, se juntan con amigos, callejean, toman cerveza, "fuman" y van por ahí. ¿Qué vida es esa? Ya no hay hombres como antes, hay escaces de éstos, y si los hay, y por casualidad, una mujer lo encuentra, es porque tuvo pura suerte en toparse con un hombre de la prehistoria, por así decirlo. Y tampoco ya las mujeres no somos como antes, ahora son todas zorras. Aunque algunas independientes...

martes, 24 de agosto de 2010

Dreams and ever

   Uno siempre sueña... sueña con lo imposible, quizá. Un sueño es algo que ocupa algún vacio en nosotros, algún hueco del alma, tal vez, ese hueco que ni una persona puede llenar. Siempre estamos soñando con algo que anhelamos.
   Por ejemplo, un hijo es el sueño de alguien (en la mayoría de los casos...). Independisarse de otros, también es un sueño de mucho, uno muy sastifactorio. Hacer el bien para otros... tantas cosas pueden ser un sueño. Y el mío es el poder viajas sola por el mundo, darles un hogar a los perros de la calle más necesitados, escribir mis historias y venderlas, hacer lo que más guste.

viernes, 20 de agosto de 2010

Las reliquias de Emma

     -Querido... –dijo Emma, y Siaro apuntó su mirada a ella, aún más sorprendido. Drake también la miró. –Sólo... quiero devuelta mis reliquias, -apenas se había adelantado unos dos pasos hacia delante. –No me importa quiénes son, ni por qué lo hicieron, ni qué pasará con ustedes, sólo quiero devuelta las reliquias. –Drake seguía sin contestar, y aún la miraba detenidamente. Hubo unos minutos de silencio. Emma mantenía su mirada en el detenido, aún esperanzada.
    -Le diré una cosa –dijo rompiendo el silencio. A Emma le sorprendió lo respetoso que era. –Yo sólo sé que Marín tiene las reliquias.
    -¿Marín? ¿Quién es Marín? –preguntaba MacKenzie.
    -El líder del grupo.
    -¿Hablas de... Mirbo?
    -Sí. De Mirbo. –Siaro se dirigió a la computadora por la cual entró él con Pattinson.
    MacKenzie susurraba entre dientes "Mirbo". Era a quien buscaba principalmente. Pero no lo había encontrado con ese apellido. Siaro se dirigió a Drake, en cuanto terminó con la búsqueda.
    -¿Qué es lo último que sabes de él?

    -La última vez que nos vimos fue cuando nos dirigimos a la casa que tomamos para nuestros planes.   
    -¿Y dónde queda esta casa?
    -Pasando el parque central.   
    -¿Dirección exacta?
    -Al lado de un local de Sportcenter. Calle Central Park West y la 85 st.

    -Bien. ¿No sabes si ahora se encuentra allá?
    -Debe de estarlo. Estoy seguro.   

    -Está bien. Le avisaré a Falls. Lo necesito a él. Pero primero... –antes de continuar, se dio la vuelta, y la miró a Emma. –Déjeme llevarla hasta casa. Quiero asegurarme de que llegue bien.
    -Sí –aceptó Pattinson. Y MacKenzie la escoltó hasta su auto. Y mientras que Siaro manejaba, preguntó: -Emma, ¿la puedo tutear?
    -Sí, ¿y viceversa?
    -Desde luego –ambos se sonrieron se sonrieron. -¿Cómo estás? ¿Bien? ¿En shock?
    -Y... entre bien y en shock.
    -¿En serio? –Emma lo miró y asintió con la cabeza.
    -Mira –le señaló a un señor de ambulante con un carro lleno de bebidas. -¿Queres que te compre agua?

    -Es mucha molestia.
    -No. Para nada. –Siaro se detuvo, apagó el motor, dejando a un lado de la calle al auto, se bajó y se dirigió al señor. –Disculpe, señor. –Éste, al mirarlo a Siaro, respondió:
    -¿Si?
    -Un agua, por favor. –El vendedor tomó dos y preguntó:
    -¿Fría o caliente?
    -Fría.

    -Tome, -y estiró la mano con la bebida a él.
    -¿Cuánto es?
    -Un dólar.
    -Bien.
    -Chau, -dijo Siaro, al echarle una última mirada al vendedor, luego de que dio media vuelta.
    Siaro volvió al auto, y le dio a Emma el agua.
    -Gracias... Siaro, -él la miró, y luego de sonreír, le dio las de nadas.

Emma y Siaro

    -Bien. ¿Podemos continuar? –Drake no dijo absolutamente nada, sólo asintió, mirando a otro lado, tratando de evitar la mirada de Siaro, pero la mirada de éste seguía en él. Y a la vez, MacKenzie no podía aguantarse las ganas de dirigirse a Emma y mirarla. –Sra. Pattinson, ¿quiere tomar asiento o...? ¿Prefiere quedarse de pie?    
    -Así estoy bien. Gracias –lo miró y le sonrió ruborizada.
    -Bien... Ah, Drake, hijo, ella es Emma Pattinson. Seguro la recordas, ¿verdad? –Drake, apenado, asintió la cabeza. A Emma se les humedecieron los ojos. –Emma –continuó MacKenzie al verla en ese estado, -¿quiere un vaso de agua? –Ella asintió con la cabeza y agregó:
    -Gracias.
    -De nada, -respondió Siaro. –Oficial, ya la escuchó.
    -Muy bien –dijo éste último. Al cabo de dos minutos, el oficial volvió con vaso de agua. –Tome, señorita.
    -Gracias, oficial.
    -Por nada.
    Siaro la vio tomar dos sorbos y prosiguió.
    -Drake, -Siaro sacó la mirada de Emma, y la dirigió al detenido –sabes muy bien por qué está ella acá, ¿no es así?
    -Sí –Drake permanecía sentado todavía.
    -Bien... –Siaro temía por que se les desviara la mirada a Emma, temía por no poder controlarse, y ser él quien la pusiera incómoda –la señorita Pattinson quiere saber acerca de sus reliquias... las de su abuela.
    Drake miró a Emma, y aguardo un momento antes de responder.
    -¿Ud....?
    -Hablo por lo que robaron, muchacho.
    -Me doy cuenta –Siaro se quedo mirándolo, anonadado por aquella respuesta.
    -Querido... –dijo Emma, y Siaro apuntó su mirada a ella, aún más sorprendido. Drake también la miró. –Sólo... quiero devuelta mis reliquias, -apenas se había adelantado unos dos pasos hacia delante. –No me importa quiénes son, ni por qué lo hicieron, ni qué pasará con ustedes, sólo quiero devuelta las reliquias. –Drake seguía sin contestar, y aún la miraba detenidamente. Hubo unos minutos de silencio. Emma mantenía su mirada en el detenido, aún esperanzada.

La disputa continua

    Ambos, el oficial y el detenido, ignoraban el hecho de que MacKenzie y Pattinson habían llegado, hasta que el detective interrumpió.
   -¿Qué es esto? –dijo de repente.-Dos hombres discutiendo por basquetball –dijo Emma, tomándole el pelo. Siaro la miro, no sabía si reírse, o cagarla a pedos.
   -¿Es un chiste?
   -No –respondió Pattinson al mirar su rostro. Siaro, que estaba más adelantado que Emma, volvió la mirada a lo sucedido, avanzó hasta a ellos, se apoyó en la mesa y continuó al mirarlos a los dos:-¿Qué creen que están haciendo?
    -Ah... –Drake, el detenido, no sabía cómo explicarlo.
    -¿No podes explicarlo? –Y Drake negó con la cabeza. Miró al oficial y preguntó:  -¿y vos? ¿Tampoco? –el oficial también negó.
    -No... No...-Ya veo. Esto es serio.
    -Disculpe, detective –dijo el oficial. Siaro asintió con la cabeza en señal de estar aceptando las disculpas. El oficial se retiró de su lugar actual y volvió a donde debía estar. Siaro volvió su mirada al detenido, esperando a que él también se disculpara. Pero no había respuesta de éste.
    -¿Qué espera de mí? ¿Una disculpa? –preguntó Drake.
    -Sí, hijo –el detenido era poco frecuente de hacerlo, miraba de reojo al detective y hacia otros lados, esperando algo, como si de la nada algo ocurriría, pero nada.
    -Disculpe... detective.
    -Bien. ¿Podemos continuar? –Drake no dijo absolutamente nada, sólo asintió, mirando a otro lado, tratando de evitar la mirada de Siaro, pero la mirada de éste seguía en él. Y a la vez, MacKenzie no podía aguantarse las ganas de dirigirse a Emma y mirarla.
    –Sra. Pattinson, ¿quiere tomar asiento o...? ¿Prefiere quedarse de pie?

La disputa

   -Sí. Después de usted. Cuando salieron, Siaro se dirigió hasta su auto, y dijo:
   -Permítame. –Y le abrió la puerta del auto. Ella subió luego de agradecerle. En cuanto el detective puso en marcha el auto, se dirigieron a la detención décima de Manhattan. Mientras tanto, a Emma sólo se le ocurrió preguntar por las reliquias de su abuela, en cuanto llegaran, que era lo que más deseaba recuperar. Pasaron unos veinte minutos, había un silencio incómodo dentro del auto. Emma no sabía adónde mirar, sólo podía mirar hacia fuera, ver cómo pasaban las personas, los autos... Y a Siaro no le quedaba otra más que mirar adelante. Siaro no sabía bien se sus ojos se les desviaban solos hacia a Emma, o era que estaba tentado de mirarla. Emma se sentía un poco incómoda, no quería hacer pregunta alguna al respecto, pero al fin dijo:
   -¿Detective? –Siaro saboreó aquel sonido dirigiéndose a él. -¿Sí?
   -El detenido, ¿comentó algo acerca de las reliquias?
   -¿Reliquias? Las de su abuela, ¿verdad? -Sí. Las de mi abuela. -No. Que yo recuerde, nada dijo. –Siaro trataba de mirarla mientras que conducía, pero también debía de mirar al frente.
   -¿Me puede hacer un favor?
   -Sí, claro. -Cuando lleguemos, ¿puede preguntar por mí sobre las reliquias? -Seguro. No hay problema, -justo el semáforo cambió a rojo, y ambos se miraron, y a la vez, Siaro le sonrió. Ella le devolvió una sonrisa tímida, pero para él era la más bonita que había visto.
   -Verde –dijo de repente Emma, observando el semáforo.

   -¿Qué? –MacKenzie estaba perdido aún en la mirada de Emma.
   -El semáforo está en verde.
   -Ah... –desconcertado, miró el palo amarillo, y continuó:- es cierto. –Siaro arrancó, unas pocas cuadras más se encontraban en la detención. Ambos bajaron, y se dirigieron a la puerta. Siaro la dejó pasar primero, como el caballero que es. Emma le sonrió, y ella lo siguió hasta llegar adonde se encontraba el detenido.
    Estaba un poco nerviosa, debido a que verá cara a cara a uno de ellos.
    Cuando llegaron, el detenido discutía con el oficial del lugar por unos equipos de basquetball. Siaro y Emma estaban desconcertados por aquella situación. Ambos, el oficial y el detenido, ignoraban el hecho de que MacKenzie y Pattinson habían llegado, hasta que el detective interrumpió.

sábado, 14 de agosto de 2010

El hallanamiento

    -Sí. Uno era adulto, alto, piel morena. Y el segundo era de baja estatura, menor de edad, blanco. El mayor tenía todo el rostro con cicatrices.
    El detective MacKenzie, con las pistas dadas, se puso en investigación. Tenía sospechosos, los interrogaba. Algunos eran aliados, o conocidos de quienes buscaba:
    -...es como le digo, la última vez que lo vi fue hace unos meses. –El sospechoso se mantenía tranquilo.- Lo único que sé es que se dirigía hacia el aeropuerto en unos días para irse al extranjero. No sé adónde exactamente.
    -Necesito que me digas exactamente adónde... Pero veo que te opones.
    -No, no es así.
    -¿No?

    -Escuche, es todo lo sé...
    -Okey –de repente, se escuchó al detective pedir un arresto.
    -¿Qué...? Usted no piensa arrestarme, ¿o sí?
    -Sí, por falta de compromiso con la comunidad.
    -¡No, no, no! ¡Yo no quiero volver a la prisión! Simplemente, no puedo... –se calló, y lo miró a Siaro, con mirada arrogante, volvió a hablar:- ¡no puedo volver, tengo un hijo, tengo familia...! –en ese instante se puso de pie, justo cuando se altero, y Siaro se puso de pie también.
    -¡Lo hubieras pensado antes de mandarte una cagada, muchacho!
    -No, no es lo que usted piensa. A mí me obligaron a hacerlo, me obligaron a ser partícipe de esto... yo nunca quise, y me amenazaron con mi hijo, y lo que menos quiero es que le suceda algo a mi muchacho. Lo hice por él, prácticamente. Lo hice para que luego me dejaran en paz.
    -¿Quién está detrás de todo esto, eh? Decime. –El joven guardo silencio, y vaciló por un instante. –No dirás nada, ¿verdad? Bien, reténgalo justo en esta misma habitación durante 48 horas hasta que se decida por hablar.
    -¿Qué? ¡No! No puede ser, 48 horas, no. Mi hijo...
    -¿Es la única razón que tenes por la cual quieras que te dejemos en libertad? ¿Eh? Decime... –El chico se había quedado sin aliento, y no sabía más qué decir.
    -No es la única razón...
    -Ah, ¿no?
    -No.
    -¿Cuántos años tenes, hijo?
    -17.
    -17, y sos padre, ¿verdad?
    -Sí, así es.
    -¿Hace cuánto tiempo que lo sos?
    -Hace dos años.
    Siaro ya no sabía más qué decir, ni qué pensar. Estaba cansado por las búsquedas y por las horas que le tomaban. Se quedó mirando hacia abajo, donde estaba la mesa, y vacilaba. Ya no sabía en qué creer.
    -Bien, -volvió a decir, y volvió la mirada al chico- voy a pedir que te retengan unas diez horas, hasta que confieses todo. ¿Está bien? –no dijo nada, sólo asintió con la cabeza. Y MacKenzie continuó, luego de mirar al oficial que sostenía al chico –yo iré a hablar con la señorita Pattinson para informarle de esto.
    -Muy bien. –Dijo el oficial. Y lo hizo sentar al detenido.
    -Hijo, haceme un favor, ¿queres? ¿Cómo te llamas?
    -Drake.
    -Bien. –Y a continuación, MacKenzie se retiró del lugar, entró en su auto, y se dirigió hacia la casa de Pattinson. Mientras que iba, y se detenía por los semáforos en rojo, sólo pensaba y pensaba en ella, en cómo le dirá que hay un detenido declarado, bajo custodia, y que sólo faltaba menos. Hasta entonces, sin darse cuenta, llegó. Bajó del auto, y tocó timbre, aguardó un instante, y se abrió la puerta.
    -Detective, qué sorpresa. ¿Qué lo trae por acá?
    -Su caso, señorita. Si me permite... –e hizo un andén con la mano para pasar y poder explicárselo todo.

    -Pase, por favor. –Siaro entró, y se quedó de pie. Emma, al verlo de pie, le propuso sentarse, pero él se negó. Prefirió estar así.
    -Bueno, como ya sabe, vine por su caso.
    -¿Sucedió algo...?
    -A decir verdad, encontré a uno de los delincuentes que describiste, declaró, y me gustaría que vinieses conmigo para asegurarme de que es él, si es posible, claro.-Seguro. Si me espera, voy por un abrigo.
    -Tómese el tiempo que necesite. –Ella sólo le sonrió y se retiró del comedor a una de las otras habitaciones. Mientras que Siaro se quedó solo, comenzó a mirar y a observar detenidamente las fotos que habían ahí. Se enamoraba más de ella, sin poder admitirlo. No quería admitir sentir algo por una artista... En aquel momento que la veía a ella de pequeña, Emma volvió.
    -Bien, estoy lista, detective... –Siaro levantó la mirada y la dirigió a ella.
    -Disculpe, no quise...
    -No. No se disculpe, está bien. Son sólo... fotos, ¿verdad?
    -Claro.
    -¿Vamos?
    -Sí. Después de usted.

martes, 10 de agosto de 2010

Tú no tienes la culpa

Sigo pensando en ti como en las olas del mar
Que se envuelven en sí mismas y se olvidan de nadar
Sigo esperando el día para verte despertar
Tú me das la luz
Quiero mirar tus ojos
Que me saben perdonar
Y mi alma se hace añicos
Solo oírte respirar
Tú le das sentido a todo
Incluso a esta oscuridad
Tú eres luz
Y tú no tienes la culpa
De las cosas que duelen
Tú me haces bello el retorno
Y das sentido a lo que viene
Tú no tienes culpa… ni yo
Me has entregado versos que ni el cielo podrá
Me has llamado con la fuerza de la voz del huracán
Tú me has abrazado cuando todo andaba mal
Tú me diste luz
Tú me diste calma y me la enseñaste a usar
Tú trajiste lunas nuevas, nuevecitas a este mar
Yo prendí en tu pelo un alfiler de libertad
Porque eres tú
Tú no tienes la culpa
De las cosas que no valen
Tú me haces bello el retorno
Y eres más bello que nadie
Tú no tienes la culpa
Si te pierdes el baile
Tú me haces bello el desastre
Si quisieras perdonarme
Yo no tengo razones
Pero me da coraje
No quiero que te roce
Ni un solo fleco de este aire
Tú no tienes la razón, ni esta canción,
Ni yo
El más bello, bello…


Alejandro Sanz

lunes, 9 de agosto de 2010

Aún hoy

       Lo miro, y siento mil cosas a la vez. ¿Por qué confundimos amistad con amor? O tal vez no sea ni una, ni la otra, sólo algo pasajero. Aunque, tal vez, los dos queramos que sea algo más, que pase algo que nos marque. Todo lo que tengo es su mirada en mis recuerdos. Puede parecer atrevimiento, pero es puro sentimiento. Yo sólo espero y espero... ¿qué espero? Esa es la pregunta. No hay nada que me detenga. Y ¿a él? No hay error que me detenga, nada...
       Es claro que nadie elige enamorarse, pero todos podemos elegir lo que mejor nos parece para nosotros.
       Cada día que está por comenzar, lo tomo como un nuevo comienzo entre él y yo, porque cada vez que pienso en él, tengo la esperanza, la certeza de que algo pasará, de que se animará a acercarse un poco más... Sólo tengo un poco de fe. Sé que se animará a lo extraordiarnio, a lo desconocido, a lo nuevo... a la aventura, tal vez.

sábado, 7 de agosto de 2010

Desde cuando

       Es aquel hombre a quien le hablo, ¿desde cuándo te estaré esperando?, ¿desde cuándo te estoy amando? Por favor dime tu nombre. Si pregunto bien, si pregunto mal, tengo tanto que ofrecer. Mira, no me vuelvas loca. ¿Desde cuándo te estoy buscando? Te he buscado en un millón de aurores, pero ninguno me enamora como tú lo haces. Puede parecer atrevimiento, pero es puro sentimiento. Y al final cuando te encuentro, estaba sola.
       Pero algo es seguro: nuestro amor será leyenda. Desde lejos te puedo amar. Te lo digo convencida, no hay amor como este mío.

viernes, 6 de agosto de 2010

¿Esto es amor?

       Él le dió calma, y de a poco, le enseñó a amar. Todo transcurría lentamente. Podía esperar mucho de él, pero nada daba a cambio de lo que ella le daba. Con lo poco que pasaba entre ambos, podía sentir que le era infiel. Llegó a un punto, en el cual, ya no daba más. Sentía que algo pasaba. Que sus amigos lo cubrían en ciertos puntos del día. No era nada oficial. Él no demostraba preocupasión por ella, pero sí ella por él. Ella era capaz de mandarle un mensaje para saber cómo iba, pero él: nada. La única vez que él pasó por su casa, fue sólo por plata. Un día, ella bajó los brazos, llegó a estar cansada de "esa relación". Así que, aquel día, a la salida del colegio, él estaba ahí, con una de sus ex-compañeras del colegio, y ella fue decidida hacia aquel ser, para terminar lo que tenían. Él era capaz de acompañar a cualquier amiga/o adonde sea, pero no a ella, no se calentaba por ella, en cierto punto.
       Con el paso del tiempo, trató de olvidarlo, pero todo le recordaba a él: la vuelta de su casa, algunos vecinos, amigos de él... Hasta que un día, la muchacha salió temprano del colegio, y mientras que paseaba a su perra, lo vió, lo vió a él en la esquina, justo donde solía estar cuando ella pasaba por ahí. Y lo que se le ocurrió fue pasar a buscar a un amigo, para no estar sola en aquel momento, pero su amigo no atendió, estaba en el baño. Y ella tuvo que pasar ese momento sola, con la perra. Hasta que se fue a su lugar preferido, aquel lugar al que nunca pudo ir con su enamorado. Al que pudo ir con su amigo, el cual, es un garca, idiota... que se dejó mostrar tal cual como es, con el tiempo... Pero este tema es punto aparte.
       Desde aquel día, nunca más volvió a verlo, a él, a quien quería... Y un día, cuando se encontraba paseando a su perra, por la calle, se encontró con dos amigos de ese, y uno le comentó que lo habían visto, y que prenguntó por ella. Pero ella no se lo creyó, y dijo: "sí, y yo estaba preguntando por su madre", y él no entendió, debido a que dijo: "no, por vos preguntaba". Y como no quiso decir más nada, se dió vuelta, y comenzó a caminar otra vez.
       Hasta el día de hoy que no lo ve. Pero algo aprendió de él: a no estar tanto sobre las personas, a no ser pesada, a controlarse si está con alguien y no mandar mensajes a cada instante... algo le quedo. Un poco de amor le sobró, y le faltó en esa "relación".

miércoles, 4 de agosto de 2010

Todo lo que hagas, será insignificante en la vida

       Por más pequeño, grande, simple, complicado que sea, hagamos lo que querrámos, hagamos lo que hagamos por nosotros mismos, y por los demás, lo hacemos, porque nadie más lo hará, ni siquiera mañana cuando ya no estemos. Porque cuando morimos, no hay nadie que nos remplace en la vida, y haga lo que sólo nosotros sabemos y podemos hacer. Porque somos únicos, justamente nosotros mismos. Porque por más insignificante que sea, nadie lo sabe hacer como cada uno de nos.

Sin que se note

       Estoy bien, sin que se note. Estoy enamorada, sin que se note. Quiero ser parte del universo, sin que se note. No es que no quiero perderlo, es que no puedo, sin que se note. No es que no quiera amar, pero quiero mi libertad, sin que se note. Tengo pasión, sin que se note. Tengo voluntad, sin que se note. Tengo tanto que ofrecer, sin que se note. Hago cosas, pienso, busco en un millón de aurores, y ninguno me enamora como él lo hace, sin que se note. Desde cuándo aprendo, sin que se note. Porque es él, sin que se note.

lunes, 2 de agosto de 2010

Dan R.

       Yo soñé que te olvidé, porque al fin no te lloraba, yo creí que escaparía de tu piel. Yo logré más de una vez olvidarte por un tiempo, y sentí que poco a poco me curé, luché con el alma y con el corazón, di mi sentimiento y mi emoción, todo lo que soy para olvidarte. Pero no, sigo pensando en ti, por más que intente no consigo dormir de noche sin tu abrigo; pero no, sigues estando aquí, en lo más hondo de mi vida, sin hallar una salida, sigo aquí... sin ti. Extraño tu sonrisa, y tu mirada, tanto, tanto que ya no te recuerdo.
       Dan Radcliffe i will never forget

Que sepa hacerlo ya es amor

       Si todo fuese un cuento de hadas, color de rosa, yo ya tendría a mi "príncipe azul", pero no, nada de eso. Ni siquiera pienso en "príncipe azul". Sólo pienso en aquel hombre más imperfecto que sepa amarme, valorarme, cuidarme, protegerme, que me cuide con una simple mirada, que me ame, y lo desmuestre con pequeñas y grandes acciones. Que sepa hacerlo.

His look

       Su mirada, al tenerla encima, me ardió. Su mirada aún yace en mí... Su mirada me provoca un fuego intenso en mi alma, en mi ser, que la envuelve a la vez. Su mirada...
       Claro que al pasar a su lado, antes, posteriormente, estoy pensando en él, sólo en él. Pero algo le sucedía. Alguna incognita de la vida (? Sólo posó su mirada en mí, y yo lo observaba muda, al mirarme. Mis palabras quedaron en el aire. ¿Por qué lo saludé, para qué solamente mirará y me observará al pasar? ¿Para qué, si justo un imbécil se interpone en nuestro camino, y él se hechara para atrás, se pone derecho y se queda mirando a quién, no sé? No sé si miraba al idiota que se poso entre ambos, o a mí, pero algo debió sentir, o debió pensar justo cuando pasaba mi alma por ahí... No sé cómo explicarlo, lo que siento por ese ser. Lo único que sabe hacer es que me acelere el corazón, que me paltite a mil por hora, que no sepa más que decir que hola, o que me pierda en el camino, y tenga que preguntarme adónde iba...
       ¿Qué hago, amor, amandote sin fronteras?

Los hombres están invadidos por la arrogancia o la estupidez. Y si son afables es muy fácil manejarlos porque no tienen un criterio propio.

La mejor forma de desilusionarle es no preguntarle.

''No more questions, just listen''

En tiempos de desdicha y sufrimiento, te abrazaré, te acunaré y haré de tu dolor el mío. Cuando tú lloras, yo lloro, cuando tú sufres, yo sufro. Juntos intentaremos contener el torrente de lágrimas y desesperación, y superar los misteriosos baches de la vida.

Cuesta creer que haya alguien que te merezca.

Sólo el amor más profundo me persuadiría a casarme, por lo que acabaré solterona.

Nunca renuncies a la lucha, la verdad es la luz.

Hay promesas que por lo que valen se pueden cumplir. Hay lazos irrompibles. Hay amores que no podemos dejar de pasar. Hay tantas cosas que nos duelen y tratamos de dejarlas en el pasado, y nos cuesta más de la cuenta.

Hay cosas que no se pueden olvidar... como el primer amor.

Daría cualquier cosa por volver a esos momentos, todo a cambiado de un segundo, porque cuando todo empieza a ir mal lo único que deseo es volver a tu lado y abrazarte fuerte... Quiero volver a esos días donde sólo hacía falta una mirada para hacernos sonreír, donde el tiempo pasaba sin que nos diéramos cuenta y todo lo demás no importaba, sólo nosotros. Y quiero hacer de estos días junto a ti momentos que no pueda olvidar jamás... Tienes esa magia en la mirada que me hace no poder mirar a nadie más, esa magia en los labios que me hace extrañarlos cuando no los puedo besar, esa magia en las manos que al recorrer mi cuerpo me hacen volar... Y es que no hay nada más mágico que un segundo a tu lado, porque MAGIA eres tú… ¿Has amado alguna vez a alguien hasta llegar a sentir que ya no existes? ¿Hasta el punto en el que ya no te importa lo que pase? ¿Hasta el punto en el que estar con él ya es suficiente, cuando te mira y tu corazón se detiene por un instante?

Dime qué quieres que sea y lo seré por ti.

Historias que vendrán

Lo que nadie sabe es que muchas veces, el verdadero amor puede llegar cuando sea tarde, pero para ese entonces, no será tarde, ya que lo hemos encontrado.
Nunca es tarde para las buenas cosas. Aunque cuando somos jóvenes queremos lo bueno en aquel entonces, para cuando seamos viejos en el tiempo, no sé qué es lo que nos quedará en verdad.
Podemos jugar con los sentimientos del presente, pero no con los del mañana. Podemos jugar con las miradas del hoy, pero no con las que vendrás en el tiempo futuro.
Estamos viendo historias pasar, cuando sentimos que la nuestra no vale la pena ser contada, ni oída. Pero en cuanto la narremos, sabremos que para ese entonces valdrá toda la pena del mundo que sea relatada y escuchada por muchos que hoy no están...

Entre redes e historias del pasado

Contigo en la distancia siento que no puedo volar, pero cuando estamos juntos, cuando estás a mi lado, puedo hacerlo, y más. Contigo, sé que puedo hacer más de lo que soy capaz, porque estás tú ahí para mí.
Claramente, hemos perdido años del otro, hemos pasado el tiempo sin saber del otro, y ahora, no podemos saber todo de repente, pero muero por estar a tu lado y escucharte. Deseo escucharte contar mil historias, tu voz para mí es mi balada perfecta.
Dime dónde estás, iré hasta ti para hacerte saber que un amor real jamás de olvida simplemente.
Me iré de viaje a Chicago, y quiero que vengas conmigo. No hay mejor que tu compañía misma en cualquier instante. Tan sólo dime que no es tarde para este amor que jamás murió. Un amor que no deja de respirar, una sensación bella como inaudita, algo que deja huellas en nosotros.

Niño y hombre

Dos maneras de ser. Vida y placer. Así es como me enamoras con tu forma de moverte.
Ven y búscame como la mariposa a la libertad del son.
Hay cada quien busca su canción de amor, como quien busca su canción de expresión.
Amigo, cómo no te das cuenta de que me he enamorado de ti, que por esa razón jamás te olvidé, me has seducido entre los años... con el corazón a punto de estallar, si te acercas una vez más, te diré la verdad.
Me duele verte sabiendo que no me amas. No resisto a estar sin ti, es por eso que me hace falta la respiración, porque me la quitas hasta volvernos a ver, la guardas, la mantienes y luego me la devuelves hasta retornar a nuestros cuerpos.
Quiero tenerte entre mis brazos, para saber que puedo continuar convida.
Dime dónde estás, y te buscaré.

Te amaré hasta que no respire más

Por ti daría la vida, lo dejaría todo porque estuvieras aquí, junto a mí.
Quiero hacerte sentir que cada día te vuelvo a elegir, quiero vivir la vida entera junto a ti. Y si no podré, es por razones del amor, que no caben en la razón. Razones que sólo el amor puede explicar, aquellas desconocidas que aún no logro descubrir.
Te voy a amar, y hacerte sentir que eres el único para mí... Quiero estar a tu lado, para cuidarte cuando no puedas, quiero estar por el simple hecho de estar.