sábado, 14 de agosto de 2010

El hallanamiento

    -Sí. Uno era adulto, alto, piel morena. Y el segundo era de baja estatura, menor de edad, blanco. El mayor tenía todo el rostro con cicatrices.
    El detective MacKenzie, con las pistas dadas, se puso en investigación. Tenía sospechosos, los interrogaba. Algunos eran aliados, o conocidos de quienes buscaba:
    -...es como le digo, la última vez que lo vi fue hace unos meses. –El sospechoso se mantenía tranquilo.- Lo único que sé es que se dirigía hacia el aeropuerto en unos días para irse al extranjero. No sé adónde exactamente.
    -Necesito que me digas exactamente adónde... Pero veo que te opones.
    -No, no es así.
    -¿No?

    -Escuche, es todo lo sé...
    -Okey –de repente, se escuchó al detective pedir un arresto.
    -¿Qué...? Usted no piensa arrestarme, ¿o sí?
    -Sí, por falta de compromiso con la comunidad.
    -¡No, no, no! ¡Yo no quiero volver a la prisión! Simplemente, no puedo... –se calló, y lo miró a Siaro, con mirada arrogante, volvió a hablar:- ¡no puedo volver, tengo un hijo, tengo familia...! –en ese instante se puso de pie, justo cuando se altero, y Siaro se puso de pie también.
    -¡Lo hubieras pensado antes de mandarte una cagada, muchacho!
    -No, no es lo que usted piensa. A mí me obligaron a hacerlo, me obligaron a ser partícipe de esto... yo nunca quise, y me amenazaron con mi hijo, y lo que menos quiero es que le suceda algo a mi muchacho. Lo hice por él, prácticamente. Lo hice para que luego me dejaran en paz.
    -¿Quién está detrás de todo esto, eh? Decime. –El joven guardo silencio, y vaciló por un instante. –No dirás nada, ¿verdad? Bien, reténgalo justo en esta misma habitación durante 48 horas hasta que se decida por hablar.
    -¿Qué? ¡No! No puede ser, 48 horas, no. Mi hijo...
    -¿Es la única razón que tenes por la cual quieras que te dejemos en libertad? ¿Eh? Decime... –El chico se había quedado sin aliento, y no sabía más qué decir.
    -No es la única razón...
    -Ah, ¿no?
    -No.
    -¿Cuántos años tenes, hijo?
    -17.
    -17, y sos padre, ¿verdad?
    -Sí, así es.
    -¿Hace cuánto tiempo que lo sos?
    -Hace dos años.
    Siaro ya no sabía más qué decir, ni qué pensar. Estaba cansado por las búsquedas y por las horas que le tomaban. Se quedó mirando hacia abajo, donde estaba la mesa, y vacilaba. Ya no sabía en qué creer.
    -Bien, -volvió a decir, y volvió la mirada al chico- voy a pedir que te retengan unas diez horas, hasta que confieses todo. ¿Está bien? –no dijo nada, sólo asintió con la cabeza. Y MacKenzie continuó, luego de mirar al oficial que sostenía al chico –yo iré a hablar con la señorita Pattinson para informarle de esto.
    -Muy bien. –Dijo el oficial. Y lo hizo sentar al detenido.
    -Hijo, haceme un favor, ¿queres? ¿Cómo te llamas?
    -Drake.
    -Bien. –Y a continuación, MacKenzie se retiró del lugar, entró en su auto, y se dirigió hacia la casa de Pattinson. Mientras que iba, y se detenía por los semáforos en rojo, sólo pensaba y pensaba en ella, en cómo le dirá que hay un detenido declarado, bajo custodia, y que sólo faltaba menos. Hasta entonces, sin darse cuenta, llegó. Bajó del auto, y tocó timbre, aguardó un instante, y se abrió la puerta.
    -Detective, qué sorpresa. ¿Qué lo trae por acá?
    -Su caso, señorita. Si me permite... –e hizo un andén con la mano para pasar y poder explicárselo todo.

    -Pase, por favor. –Siaro entró, y se quedó de pie. Emma, al verlo de pie, le propuso sentarse, pero él se negó. Prefirió estar así.
    -Bueno, como ya sabe, vine por su caso.
    -¿Sucedió algo...?
    -A decir verdad, encontré a uno de los delincuentes que describiste, declaró, y me gustaría que vinieses conmigo para asegurarme de que es él, si es posible, claro.-Seguro. Si me espera, voy por un abrigo.
    -Tómese el tiempo que necesite. –Ella sólo le sonrió y se retiró del comedor a una de las otras habitaciones. Mientras que Siaro se quedó solo, comenzó a mirar y a observar detenidamente las fotos que habían ahí. Se enamoraba más de ella, sin poder admitirlo. No quería admitir sentir algo por una artista... En aquel momento que la veía a ella de pequeña, Emma volvió.
    -Bien, estoy lista, detective... –Siaro levantó la mirada y la dirigió a ella.
    -Disculpe, no quise...
    -No. No se disculpe, está bien. Son sólo... fotos, ¿verdad?
    -Claro.
    -¿Vamos?
    -Sí. Después de usted.

1 comentario:

  1. Muy lindo So! Me gusta mucho como escribis (: Un besote, te quiero *-*

    ResponderBorrar


Los hombres están invadidos por la arrogancia o la estupidez. Y si son afables es muy fácil manejarlos porque no tienen un criterio propio.

La mejor forma de desilusionarle es no preguntarle.

''No more questions, just listen''

En tiempos de desdicha y sufrimiento, te abrazaré, te acunaré y haré de tu dolor el mío. Cuando tú lloras, yo lloro, cuando tú sufres, yo sufro. Juntos intentaremos contener el torrente de lágrimas y desesperación, y superar los misteriosos baches de la vida.

Cuesta creer que haya alguien que te merezca.

Sólo el amor más profundo me persuadiría a casarme, por lo que acabaré solterona.

Nunca renuncies a la lucha, la verdad es la luz.

Hay promesas que por lo que valen se pueden cumplir. Hay lazos irrompibles. Hay amores que no podemos dejar de pasar. Hay tantas cosas que nos duelen y tratamos de dejarlas en el pasado, y nos cuesta más de la cuenta.

Hay cosas que no se pueden olvidar... como el primer amor.

Daría cualquier cosa por volver a esos momentos, todo a cambiado de un segundo, porque cuando todo empieza a ir mal lo único que deseo es volver a tu lado y abrazarte fuerte... Quiero volver a esos días donde sólo hacía falta una mirada para hacernos sonreír, donde el tiempo pasaba sin que nos diéramos cuenta y todo lo demás no importaba, sólo nosotros. Y quiero hacer de estos días junto a ti momentos que no pueda olvidar jamás... Tienes esa magia en la mirada que me hace no poder mirar a nadie más, esa magia en los labios que me hace extrañarlos cuando no los puedo besar, esa magia en las manos que al recorrer mi cuerpo me hacen volar... Y es que no hay nada más mágico que un segundo a tu lado, porque MAGIA eres tú… ¿Has amado alguna vez a alguien hasta llegar a sentir que ya no existes? ¿Hasta el punto en el que ya no te importa lo que pase? ¿Hasta el punto en el que estar con él ya es suficiente, cuando te mira y tu corazón se detiene por un instante?

Dime qué quieres que sea y lo seré por ti.

Historias que vendrán

Lo que nadie sabe es que muchas veces, el verdadero amor puede llegar cuando sea tarde, pero para ese entonces, no será tarde, ya que lo hemos encontrado.
Nunca es tarde para las buenas cosas. Aunque cuando somos jóvenes queremos lo bueno en aquel entonces, para cuando seamos viejos en el tiempo, no sé qué es lo que nos quedará en verdad.
Podemos jugar con los sentimientos del presente, pero no con los del mañana. Podemos jugar con las miradas del hoy, pero no con las que vendrás en el tiempo futuro.
Estamos viendo historias pasar, cuando sentimos que la nuestra no vale la pena ser contada, ni oída. Pero en cuanto la narremos, sabremos que para ese entonces valdrá toda la pena del mundo que sea relatada y escuchada por muchos que hoy no están...

Entre redes e historias del pasado

Contigo en la distancia siento que no puedo volar, pero cuando estamos juntos, cuando estás a mi lado, puedo hacerlo, y más. Contigo, sé que puedo hacer más de lo que soy capaz, porque estás tú ahí para mí.
Claramente, hemos perdido años del otro, hemos pasado el tiempo sin saber del otro, y ahora, no podemos saber todo de repente, pero muero por estar a tu lado y escucharte. Deseo escucharte contar mil historias, tu voz para mí es mi balada perfecta.
Dime dónde estás, iré hasta ti para hacerte saber que un amor real jamás de olvida simplemente.
Me iré de viaje a Chicago, y quiero que vengas conmigo. No hay mejor que tu compañía misma en cualquier instante. Tan sólo dime que no es tarde para este amor que jamás murió. Un amor que no deja de respirar, una sensación bella como inaudita, algo que deja huellas en nosotros.

Niño y hombre

Dos maneras de ser. Vida y placer. Así es como me enamoras con tu forma de moverte.
Ven y búscame como la mariposa a la libertad del son.
Hay cada quien busca su canción de amor, como quien busca su canción de expresión.
Amigo, cómo no te das cuenta de que me he enamorado de ti, que por esa razón jamás te olvidé, me has seducido entre los años... con el corazón a punto de estallar, si te acercas una vez más, te diré la verdad.
Me duele verte sabiendo que no me amas. No resisto a estar sin ti, es por eso que me hace falta la respiración, porque me la quitas hasta volvernos a ver, la guardas, la mantienes y luego me la devuelves hasta retornar a nuestros cuerpos.
Quiero tenerte entre mis brazos, para saber que puedo continuar convida.
Dime dónde estás, y te buscaré.

Te amaré hasta que no respire más

Por ti daría la vida, lo dejaría todo porque estuvieras aquí, junto a mí.
Quiero hacerte sentir que cada día te vuelvo a elegir, quiero vivir la vida entera junto a ti. Y si no podré, es por razones del amor, que no caben en la razón. Razones que sólo el amor puede explicar, aquellas desconocidas que aún no logro descubrir.
Te voy a amar, y hacerte sentir que eres el único para mí... Quiero estar a tu lado, para cuidarte cuando no puedas, quiero estar por el simple hecho de estar.