Dos mundos

        Quiero caer en la cuenta de lo que sucede nada es real. No quiero ir en búsqueda de la ilusión eterna, en la cual sólo lo vivo yo. Mírame, quiero tus secretos para así ver cómo eres realmente. Quiero pertenecerte, y de una forma u otra, tú a mí.
         Sin saberlo, tú me das placer al mirarme, me das curiosidad. Continuo sentada a tu lado, y caigo en una duda eterna sin retorno... mi mundo está lleno de dudas por ti. Antes de ti, había menos curiosidades sobre el amor, menos hipótesis sobre el hombre, menos de todo.

Tú te mueves tan únicamente

          Confío en que cada sueño en el que estás presente no son reales. Confío con que nada de lo que yo creí que era, fuese real alguna vez. Tan sólo ya no quiero ilusionarme, no quiero ser una más de aquellas que se ciegan por su amor al otro.
           Amor, amor... Es todo lo que tenemos para ofrecer. Aunque lleguemos a un punto que no podemos más, seguimos adelante, y queremos continuar con ese amor que lo empezó todo. Sin embargo, nada es como el comienzo. Porque tú y yo hemos cambiado al crecer. No digo que seamos otros, totalmente no.
           Espero con el día en que estemos juntos en aquel muro charlando, y que surja algo... pero tan sólo sueño contigo, despierta o no, estás ahí. Siempre sueño con que estés ahí, en aquel lugar, con tu sensual postura, mientras que me provocas con la mirada.

Ya nada tiene sentido

        No puedo soportar ver cómo la mujer al estar en pareja, sigue siendo tan inmadura como cuando su estado civil decía: soltera. Odio ver a la mujer puta, la que se regala fácil, la que ya no tiene incertidumbre, el hombre que quiere aprovecharse de la mujer débil. ¿Qué es lo que pasa, que nada es como antes? Ahora, todos se dedican a hacer estupideces simplemente para encajar alrededor.
        Es espantoso ver cómo una mujer se rebaja al nivel de un hombre para llegar a la cama, o viceversa. Ni las mujeres ni los hombres somos como antes. Hoy en día, la mujer de cualquier edad se esconde detrás de un escote para verse más joven, cuando en realidad, se hace quedar mal ella misma. Y el hombre de hoy sólo es un mujeriego para ver cuántas mujeres se puede levantar. Nosotras, las mujeres no somos un premio entre hombres. Aunque no queramos admitirlo, así estamos. Los viejos están cada vez más babosos, aunque cualquiera viene pajero, y cuando menos te lo esperas, por verlo con inocencia debido a que lleva una discapacidad, todo lo contrario, hasta esos hombres están babosos. Las mujeres, en vez de seducir con una curvas definidas por una remera que le esconda el escote, un pantalón que no le marque mal el cuerpo, en vez de eso, seducen, si es que se puede decir, con un escote de pan en par, un pantalón bien ajustado a las caderas... ¿dónde han quedado aquellos viajeros del tiempo, que quieren enamorarse de a poco, y que quieren enamorar de verdad al otro? Todo a perdido su verdadero sentido en este mundo.

Prefiero morir antes que perder mi libertad

     Ante tantas cosas de la vida, como un asalto, un robo, una enfermedad... prefiero morir antes que perder mi libertad. Porque el ser libre es algo que nadie puede comprar, lo logra a lo largo de los años. Uno no puede depender siempre de los demás, más si es una persona que te quiere arruinar por más que sea alguien cercano.
       Es sencillo como una sonrisa. Quiero ser libre hasta el último instante de mi respiración, porque no podría soportar que me quiten el ser libre, quiero ser parte del universo, donde uno puede ser uno. ¿Qué es lo que sucede que ya nadie quiere luchar por su dignidad, que se rebaja a robar en vez de ir a trabajar por cualquier causa? Uno suele asustarse cuando intentan robarle, o lo logran, pero es diferente su forma de reaccionar ante la situación cuando se está solo y cuando se está acompañado. Solo, uno no sabe exactamente cómo reaccionar o qué hacer, pero acompañado tal vez tiene como una idea de qué hacer o cómo reaccionar, ya que puede llevar mejor la situación...
       Antes que robar, prefiero ser mantenida hasta conseguir mi propio empleo por mis medios mismos en un ambiente laboral, no en la calle asustando a la gente.
       Cuando te vienen a robar, no vienen solos con arma, vienen junto al verso de que tienen que alimentar a sus hermanos, que su madre está internada... tantas cosas, que si tienen que darle de comer, vayan a trabajar para alimentarlo. Pero no, ellos prefieren robarte plata para seguir drogándose como venían haciéndolo hasta aquel instante, y matarse a sí mismo de esa manera. Aunque te pidan dinero para comida, están tratando de decir: ''quiero seguir drogándome, y para eso, antes de trabajar, prefiero robarte a vos.''
       La sociedad de hoy en todo el mundo está decayendo en vez de mejorar. Y la verdad, no hay que pedir más seguridad, aunque imponga respeto, hay que pedir más educación, es la única manera de que hoy en día se tengan grandes conocimientos sobre muchas cosas, que te dan más seguridad que el mismo policía que está parado en la esquina de tu casa.

No puedo desdibujarte de mí

     Aunque por momentos sienta que me odias, contigo puedo ver una vida entera, sin embargo confusa, pero es algo único lo que siento por ti. Odio imaginarte a mi lado por tanto tiempo, ya no quiero pensarte, no quiero soñarte más. Y aunque deba ser fuerte, debo admitir que me debilitas y contigo frente a mí, olvido dónde estoy, quién soy, qué hago allí sentada observándote mientras que no disparas ninguna mirada a mi lugar.
       Tan sólo somos fuertes hasta en los sueños más débiles, y en esta realidad, somos más débiles que nunca. Puedes divisarme como yo a ti, y seguir nuestros caminos, no obstante, lo haces mirándome sin confusión. Dime cómo desdibujarte de mis sueños, cómo borrarte de mi mente. Honestamente, no sé cómo hacerlo por mí misma, porque no quiero olvidarte.

Golden time of day

    Con cada sueño en el que estás, me dejas pensando más que cuando te miro al pasar. Me dejas con la duda de si alguna vez has sentido lo mismo por mí. Si tal vez para ti sea un amor prohibido, como tú para mí. Pero siempre estás en mi mente. De eso no cabe duda.
     Y aunque no pronunciemos ni una palabra, siempre me lo cuestiono todo acerca de ti. Sin embargo, no hay ni un sueño en el que no estés, o en el que no seas nombrado o pensado. De tantas formas estás. No comprendo cómo haces para enamorarme hasta en sueños. 
    Debe ser tu forma de mirarme, como a todas las demás muchachas de la calle... no hay nada de especial en mí para ti. Aun decimos adiós, pero no dejamos ir aquello que fue una vez, si es que lo fue, lo nuestro.

Al alba de mi camino, partiré sin que tú lo sepas

     Y ahora te digo que estoy viviendo sin ti, como cada día de mi vida... no es sólo que quiera que te quedes a mi lado para amarme o cuidarme, sino para que vayamos más allá de lo que fuimos tan sólo en sueños. Pero no es que esté atosigada de soñarte, sino es que ya tengo demasiada sed de tenerte entre brazos de una vez por todas. Y tú... y tú me amarás algún día como yo a ti.
      Eres la historia que más me llena mis venas para llegar a mi alma. Aunque a la vez, eres tú quien me hace dudar de este amor que llevo conmigo, ya que yo siento tanto por ti, pero tú tan sólo prestas atención cuando uso aquel vestido junto aquella mascara que me hace deslumbrar mi rostro. Tan sólo quisiera saber si me quieres, si lo haces de verdad. Porque siempre es a ti a quien no le dejo de escribir. No dejas de ser mi mayor inspiración aunque me vaya de viaje sin retorno. Simplemente me pregunto porqué. ¿Por qué eres esa pasión que me invade de rincón en rincón llevándome el alma de aquí para allá?
      Pero debo admitir, sinceramente, que tu mirada me vuelve loca, con la cual me provocas, con tu sonrisa me enterneces... Tu cuerpo es el mapa que más deseo ver al estar a tu lado.
      Aún así, con estas palabras, sigo sin entender porqué estas palabras son para ti. Sin embargo, no importa qué, siempre serán para ti, pese a que no lo sepas.

Grandes vueltas de la vida, pero a veces, pequeños

        Muchas veces, todo comienza a dar un giro para bien, y hay otras veces que se pueden controlar, y pueden continuar esos giros para mejor. Y cuando menos te lo esperas, puede que lo que más estabas esperando llegue, y ese... ese sea un gran cambio para recordar. El que toque tu vida y puedas llevar contigo orgulloso de aquello.
         Amor a veces es un gran cambio. Tan sólo para lo mejor, hay que esperar. Aunque nos cansemos de esperar, es bueno. Porque lo bueno tarda en llegar. Hagamos de esto un gran cambio para contar en épocas de vejez, que nadie recordara.

Un mundo de miradas de aquel entonces

     Ya nada tiene sentido si tú no sostienes aquel cigarro de vez en mes, sin que me mires a los ojos, y tan sólo sostengas la sonrisa que va de la mano de la mirada que lleva tu alma. Ya nada en este mundo tiene sentido alguno si tú no estás a mi lado. Son dos mundos tan diferentes, que nos sorprenderíamos si pudiéramos encontrarnos en ese bar que nos unió sin querer en un momento no buscado.
       ¿Qué es lo que deseamos realmente, si sólo se refleja en nuestros sueños? Ahora puedo decir que en mis sueños estás tú... a quien más anhelo en este mundo de sensaciones del ayer.

Quiero ser tu mayor secreto

     Quiero que me enseñes todo lo que yo no sé. Quiero enseñarte todo lo que sé. Sálvame de una vida rutinaria, hagamos de esto una historia para contar en nuestros tiempos de vejez.
        No sé quiénes somos exactamente, sólo puedo decir que nos delata nuestros disfraces. Nos escondemos detrás de nuestras mascaras, y nadie sabe qué sentimos exactamente.
        Hagamos lo que siempre quisimos... ámame hasta ya no poder. Porque eres, eres lo que me provoca a simple vista. Tú con tu sensual movimiento en aquel muro, fumando un cigarro del ayer, entre recuerdos que no puedes olvidar... Eres tú quien se aparece en sueños como quien sueña con lo mejor para sí mismo. Seamos quienes seamos en esta vida, me provocas más que el alba... Y sin importar que me vaya lejos de aquí por un largo período, al retornar, sigues provocando en mí intensamente un ardor que no puedo apagar con nada. No es un amor que dura un día... dura más.

Todo comienza a suceder

        Aunque no nos demos cuenta, muchas cosas comienzan a transcurrir, y entre esas cosas, está el amor. Un amor que nos delata. Un amor de verano, un amor de unos meses, tantos amores... pero hay uno solo que dura para siempre, y hay que saber cuidarlo, y encontrarlo con el tiempo.
        Encontraremos lo que el tiempo se llevo una vez. Descubriremos aquello que nos hace falta hace muchos años no tenemos. Hagamos lo que hagamos, estemos atentos. No hay nada que nos pueda frenar ahora que estamos en camino.
        Mi amor me hará emprender un viaje que no me asegura cuándo podré terminar. Al tiempo, todo nos sucede. No hay mucho que se pueda hacer sin saber con determinación cómo seguir exactamente. Pero sé que tarde o temprano lo que más esperamos, llega. Y lo que espero es ese ángel que me cuide, que me lleve a casa, que me dé amor... que me haga feliz.

Aquella tarde

       Entre miradas y pisadas de manchas marrones, nada nos detiene. Seguimos sin darnos cuenta que aquel momento era preciso para declarar el café. ¿Por qué continué de largo? No logro entender mis actos, cuando pude mirarte... pero era obvio que no me di cuenta.
       Llevo más de la cuenta sin saber a qué se debe que vivo en las nubes. Por ti, no piso la tierra ni con la mirada. Me mantienes en un sueño profundo del cual no logro salir. Eres lo que más quiero en este mundo, aunque no me atreva a confesarlo a los cuatro vientos.

Una sencilla historia

        Siempre caigo en la cuenta de que estoy en aquel sueño volando a tu lado. Sé que a veces los sueños pueden hacerse realidad... pero aún espero con poder mirarte a los ojos e invitarte a tomar un simple café para continuar verte a los ojos, sin pronunciar ninguna palabra.
         Y cuando menos me lo espero, entre sorbos de café y miradas, se me escapa una sonrisa tímida que me delata, diciéndote que escondo un poco de amor, de todo el amor que llevo por ti, que lo es para ti. Siendo así, estoy dispuesta a admitirlo, aunque me avergüence... sé que haber llegado hasta ahí había valido la pena.
         Y aunque no lo sepamos, detrás de cada café, se encuentra una historia para contar. La que nunca fue contada, pero ansia serlo. Por cualquier lado puede divagarse una sencilla historia que mil cosas esconde. La cual nos oculta a nosotros dos como personajes. 

Un calor igual que el de un sol

        Abriré mi corazón para que pases, para hacerte saber qué terror se siente no poder ir junto a la corriente de la misma mano... voy contra marea para que te quedes. Y sabrás que hay alguien que te ama, aunque te ve como un amor platónico, eres su amor. 
        Sin importar los kilómetros que nos distanciaban en aquella tarde de calor, te vi venir. No olvido tu mirada mágica, sobre mí, con tu cabello sobre ti... no olvido lo que una vez sentí tan intensamente por ti. Siempre me quedo pensando en que si existe la remota posibilidad de que sientas esto por mí, de que cuando estamos cerca, estamos lejos. Tu mirada me impide olvidar un montón de cosas. Todo el mundo cabe en el paso en estas distancias tan grandes que nos separan.
        ¿Qué es lo que logramos evitando miradas? Al menos, tu logras que yo quiera verte cada vez más... pero no sabes con exactitud lo que me provocas por dentro.

Mi corazón late por tu amor

        Mi corazón late por tu amor, pero tú no lo sabes. Es el sonido que escucho cada vez que te veo, que te encuentro en mi camino. Eres lo que mi corazón quiere en cada encuentro.
        Si tan sólo en una tarde de invierno con una taza de café pudiese decírtelo todo, no tengo esperanzas de que nada cambie. Mis esperanzas están, pero ya no quiero ilusionarme por algo que no estoy segura de que así sea...

Whit your looks, I die

       Con cada rama de tu mirar que posas en mí, yo muero. Cada vez que te cruzas en mi camino, y no puedo encontrar tu mirada, muero más. Y por cada vez que te pienso, te busco en las noches y te encuentro en sueños, mi deseo de estar junto a ti crece cada vez más. Es sólo por ti que vuelvo, que sigo respirando, es por ti que continuo caminando por aquella calle, que sin importar que no lo sepas, ahí estoy.
        Siempre me pierdo en la manera que tienes de hacerme suspirar, me pierdo en la forma que tienes de enamorarme más, cada vez que te veo sentado tomando un café en aquel bar... Con cada paso que damos sin estar juntos, los llevo en el corazón. Tú eres mi tesoro más preciado en estas aguas turbias.
        Terminé donde terminé, estaré recordándote junto a un amor intenso por siempre. Y cuando quiera volver a verte, retornaré a ese bar, en el cual te vi por primera vez sin querer, y me acercaré para tomar uno por primera vez contigo.
        Y en aquel encuentro, espero encontrar tu mirada, con la cual yo muero día tras día. Pero con tu respiración revivo, aunque vuelves a matarme...

Te recuerda: 

un alma en amor ada.

Sé que seguir no suena lógico

        Nunca logro olvidarte. Aun me voy de viaje, y no consigo borrar de mí tu nombre, ni tu rostro... porque siempre invades mis sueños, y te siento cada vez más dentro de ellos. ¿Cómo puedo obtenerte en el olvido? No puedo dejar de pensarte, puedo continuar caminando... pero tu recuerdo vive en mí como quien no puede marcharse así como así de un lugar, sin dejar sus sentimientos atrás. Y aunque intente expresar cosas grandes con pocas palabras, prosigo en este inmenso amor que me duele tanto en el pecho, y no sepa bien porqué.
        Me duele caminar más y mirar hacia atrás, y saber que estás tú a lo lejos, que puedo volver por aquel camino sin retorno. Ya es suficiente con soñarte, con que me acompañes en mis sueños. Todo el mundo cabe en esta caminata tan interminable como suelen ser las cosas que se escriben por casualidad en un trozo de papel.
        En esta historia de trazo y tiza, mi rol es insignificante, ni para ésta, ni para ti. Si me falta un pedazo de historia, será porque te has ido tan lejos de mí, que no me habré dado cuenta, y tú te vas así no más, te marchas, y yo quedo en medio del bulevar.

Sin dar créditos a tu mirada, sigo amandote

        Vale cada mirada que me das, vale cada sonrisa que me robas del alma... pero temo por perderte, aun sin tenerte. Mentiría si dijera que valgo sin tu amor, que aún sigo en pie, sin recordarte...
        Pero todavía sigo esperándote, continuo soñando contigo de vez en noche. Y aún prosigo yendo a aquel bar en el que te vi por aberración. No conozco la razón por la cual sigo cayendo en este amor que no existe. 
        Aun así, respaldo el hecho de intentar hacerte mil preguntas que me invaden en cada instante que no consigo controlar.
        Sé que con mis dos manos puedo hacer inmensas cosas, pero hay una que no logro hacer... que no depende de mí: que me ames como yo a ti. Es por eso, que continuo caminando, que prosigo dando pasos que tan sólo me quieren llevar hasta a ti, y volver a comenzar en un cierto punto, y hacerte saber lo que en verdad siento... y que contigo no hay nada mejor que pueda sentir que algo como aquello que llevo dentro.

That town

        Lo que no logré encontrar en aquel pueblo, no espero encontrarlo en esta ciudad plagada de tantos como aquello que busco... no es suficiente con que siga sentada, aquí, en este lugar, a esperar a que caiga del cielo. 
        Entre que recorro y vuelvo, no encuentro razón demasiada buena como para olvidarme de ti, para olvidarme de que aquí no puedo vivir sin ti. Quiero saber qué es lo que tengo en frente de mí que no logro ver. Aun sé que no eres tú quien está frente mío, diciéndome: continua, continua... que estoy aquí por ti, para ti...
        Quiero descubrir si tú llegas a estar conmigo el resto de mi vida... quiero despertar junto a ti, cada mañana. Es por eso, que quiero estar junto a ti en estos instantes. Nadie puede ser tú, ni como tú, ni igualarte... porque eres único en todo lo que haces.
        Tan sólo te pido una cosa: el día en que nos demos cuenta de que nuestros caminos continúan sin nosotros en ellos, entonces recuerdame como aquella escritora entre la multitud amándote.

Sólo un café más, por favor

       La espera cada madrugada de verte parado justo ahí, donde tú siempre estás... pero continúan pasando los días y sigo sin verte, aunque yo esté por allá, tú no lo estás. Siempre te busco entre recuerdos del pasado, entre nuevos y viejos pasos en el camino, siempre estoy buscándote para encontrar tu mirada. Estoy insaciada por que tu mirada adentre en mi interior y acabe con mi sed...
        Sólo tú puedes saciar lo que quiero de ti, arder mi interior y enamorarme cada vez más. Y mientras que estoy tomando un café en aquel bar, frente a ti... con tan sólo oírte y saber más entre charlas y risas, sé que no podré marcharme de mi lugar hasta que te vea irte antes que lo haga yo, y darte la espalda hasta vernos nuevamente...
        Luego de aquel café, lo que sucedió fue que nada pasó. El problema somos nosotros: tú y yo. Mientras que haya historias por contar, yo seguiré pensando que amar y envejecer es la mejor historia que podemos y se puede contar, la mejor historia para recordar.
        Pero al atardecer de nuestro amor volverá a nuestros labios ese adiós que no queremos pronunciar, pero aún así, a ti no importa tanto como a mí me importa. Nunca me preguntaste porqué te amé de la forma en que lo hice, porqué nunca puede decirte adiós en la manera que tú sulías hacer. Porque siempre te pedía que bailemos una vez más antes de partir, pero nunca pudimos hacer lo que en verdad quisimos: un último café juntos.

Haré lo imposible por ti

        Eres todo lo que una vez tuve tan sólo en sueños... a veces, es tan fácil abrir una puerta y gritar que te he soñado. También es tan simple preguntarme porqué te sueño, sin tenerte. Hago tantas preguntas que nadie ni yo sabe cómo contestar, no tenemos respuestas a lo desconocido.
        Otro día nuevamente llegan a desconcertarme tantas dudas, que me ahogo en mi propio mar de dudas. Prosigo sin continuar en este camino sin conocer. Sigo ahogandome en esta laguna de preguntas indeseadas... Haré lo imposible para olvidarte, sin intensión de hacerlo.

Retorna lo inevitable

        Todo retorna cuando vuelve aquella mirada a estas aguas. Llega nuevamente a nosotros todo lo que una vez fue. Insiste en regresar a lo inevitable. Cuando aquel ángel solía cuidarme y yo de él, cuando todo comenzaba a escribirse por primera vez de una forma tan intensa, que nunca tornamos al amor de esa manera... es aquella mirada la que no podemos evitar.
       ¿Qué es lo que tratamos de hacer sin poder evitarnos? Tratamos de seguir caminando, de no llevarnos por delante lo que está al frente, pero no podemos dejar de atraparnos por esa mirada tan atrapante e irradiante.

I'll always find my way back home

        Hay veces que miro a mi lado, y cuando me doy cuenta de que estoy sola, siempre sé que todo estará bien, aunque no sé lo que sucederá en un instante, seguiré más fuerte de lo que no soy. 
        He estado aquí toda sola, y me he preguntado si hay alguien que llegue a amarme, pero cuando miro hacia atrás, se me aclara la mente. Puedo estar en ese lugar toda la noche, sin compañía sabiendo que esa es mi respuesta, pero cuando menos lo espero, siempre me encuentro suspiro por un amor que nunca llegará. Y aunque pase mis años esperando a que llegue aquel amor para mí, siento que nunca podré alcanzarlo. 
        Cuando todo sucede, es cuando nada sucede. A mi alrededor siempre veo la costilla que viene a mi duda. Y cuando veo al horizonte del mar, y lo único que veo son veleros del amanecer, siempre me pregunto si algún día podré estar ahí, preparada, lista, sin marcharme. Aun continuo dando pasos indecisos. Ya que no tengo más respuestas más que las que me dan mis propios ojos ante mí.
        Y al final del camino, cuando lo encuentre devuelta a casa, sabré quién soy, eso me bastará para proseguir caminando.

Una pisca de amor

       Todos necesitas ese pequeño trazo de amor, una pisca, aquella que nos salva de todo. Nadie sabe con exactitud qué es el amor, qué es lo que provoca en nosotros, tan sólo tratamos de describir, explicar lo que nos sucede por dentro cuando nos sentimos atraídos o enamorados por aquella persona.
        Y a decir verdad, el amor hace tanto daño como tanto bien. Simplemente hay que saber cuidar lo que se tiene con el otro. Entender lo que nos depara ese amor que no sabes su final. Porque todas las noches, al despertar, aquel sueño que tenemos puede hacerse real. Pero mira, toma su mano, algo escrito tendrá. Aunque nadie sabe con exactitud lo que pasará al alba del siguiente día. Podemos como no llegar al final del camino juntos... pero lo bueno de las cosas siempre queda... porque nadie en esta tierra quiere recordar lo malo que nos sucede.

Entre la multitud alborotada

         En este circo tan alborotado, soy la protagonista que intenta no perder el equilibrio, los estribos en medio de tanta gente. Hago lo que me dictan la razón y el corazón. Hago lo que espero de mí... y eso es amarte aunque navegue los sietes mares, aunque cambies de nombre... aunque nos disfracemos y no sepamos quiénes seamos en este instante, sigo amándote.
        Cambiemos todo lo que podamos de nosotros, sin saberlo, pero hay algo que no podremos cambiar: nuestro amor. Eso es lo que no puede hacer el cambio. Cambiarnos por fuera, y tal vez por dentro, pero no del todo. Y entre tanto alboroto, te hago saber con la mirada que continuo haciendo lo imposible, y no es estar sobre aquella soga...
        Hagamos lo que hagamos, estemos donde estemos... nuestra historia nunca dejará de existir, aunque nosotros dejemos de estar en pie, tampoco dejaremos de estar entre tantas memorias del arte que nos hacen elevar hasta aquellas sogas que nos sostienen sin querer.
        Continuo haciendo malabares, pero el verdadero malabar que hago, es el de amarte incondicionalmente. Y aunque esté situada en el centro de atención, y tu atención no esté sobre mí, no pierdo las esperanzas...

Sigo estando en medio del carril sin tu amor

        Es esta obsesión la que va matándome de a poco. Pero aún estoy en camino, manteniendome en pie. Cuánto lo siento por invadir lo que nunca tuvimos, siempre perdí aquello que era para ti... mil historias quedan en el pasado por mi cobardía y por tu frialdad hacia mi corazón. 
        Pero haga lo que haga todo el tiempo, sólo queda en mí como una obsesión. Siempre caminando al paso del mar en la orilla, y prosigo a perderte más que nunca. Y aunque espere a que te quedes ahí parado, a dar media vuelta, yendo hacia a mí, sé que eso nunca sucederá. Tengo alma de escritora perdida en el tiempo, y tú... todos los días intento descubrir detrás de tu mirar lo que escondes. Intento vivir sin ti, pero mis ojos vuelven a buscarte intensamente sin evitarlo.
        Intento escuchar lo que dices, pero me hago sorda a medida que voy dando pasos, y aun todos los días, te amo más, mas sin saber lo que tú tienes para decir. Y sin saberlo, trato de que mi corazón entre en razón antes de que explote... antes de que tú me lo hagas saber con tus duras palabras. Haré de estos, pequeños fragmentos de mil historias para contar algún día. 
        Cuando me sienta en casa, en un día de invierno, sin el calor de tus abrazos, estaré contando lo que un día sentí por ti, sin que lo sepas... pero si aquel día oyes esa historia, entonces será que algo sucedió... algo se hizo verdad... Déjame seguir sin tu mirar. Siempre estaré para ti, siempre estaré ahí, y tú lo sabes. Sabes que he vuelto, por ti o no, no entiendo el porqué de no respirar juntos cada vez que estamos en el camino del otro.
        Estaré bien, aunque no puedo entender porqué te vas... pero al marcharte, tan sólo te pido que te lleves esta historia, donde la joven muchacha se enamora de un tanto mayor que ella, y son participes de algo que nunca sucedió para que me recuerdes, si es que no termino a tu lado, como quisiera... pero no es lo que quisiera, sino, lo que ambos queremos juntos.
        Si supieras que estoy respirando porque tú me das aire sin saberlo, el universo se pondría aun más en contra, que a favor. Lo que nos separa es este inmenso mar, lleno de arena, que no nos deja ver claramente lo que queremos... ya no quiero soñar contigo si así pudiera... 

Cuando el amor retorna

       Continuo caminando sabiendo, al estar cada vez más cerca tuyo, que me invaden miles de sensaciones, y que no puedo decir más que un hola entrecortado, por miedo a lo que supongo que me dicen tus ojos...
        Siempre tuve miedo de perderte, pero no logro acercarme más de lo que puedo. Tan sólo me refugio en mi ilusión, aun sé que en esta realidad nada de eso es puro y sincero como me lo he imaginado. Y aunque deba admitir que no estarías con esta muchacha de tanto años menor... sólo quiero hacértelo saber, y aunque me cueste la vida, no quiero que se haga tarde... y aunque no sea hoy, será mañana. 
        No quiero que nada se base en lo que debe ser, no quiero que nada sea como en mis sueños, ni en mi imaginación... quiero que todo sea verdadero. Porque sería matar al amor, de una manera u otra... estaríamos matándonos.

A la orilla de las memorias perdidas

     Aún camino sobre la orilla, y dejo escapar pensamientos en los cuales tú los invades todos. Continuo mojandome los pies con el mar, como prosiguen en mí aquellas memorias del amor incondicional. Los caracoles me traen noticias, y las tardes están confusas, las olas del mar me dicen que siga caminando, que no haga caso, porque son los momentos que mañana ya no recordaré. Mientras que se apaga el día, aparece la luna acompañada de estrellas, llueven cometas que me hacen saber tantas cosas estando a miles de kilometros... y yo sólo logro decir: ya no más; sé lo que me traen las olas y los caracoles... por eso, me marcho mar adentro...

El tiempo no dejar olvidar a veces...

         Aún te recuerdo tal cual como antes de partir... al verte nuevamente, sé que seguías igual que antes: frío, cauteloso, sin mirar... no pude dejar de mirarte. No pude dejar de sentir mis latidos fuertes que son sólo para ti. Y aún no te tengo, pero me dá tanto pavor, de todas formas saber que estás tú ahí, y yo cruzando la pequeña calle. Espero con volver a verte en aquel bar, sentado, mientras paso desapersibida, si es que lo logro...
         Apenas volvimos a estar frente a frente, cuando una calle pequeña continua separandonos, y se me vino a la mente todo antes de mi ausencia. Volví a saber de aquellos momentos que me invaden. Es que no logro olvidarte. No logro dejar de pensarte, ni con otros rostros.
         Nada puede reemplazar aquel momento en que te vi en el bar por error... si supieras que hay momentos que son por error y no por ser buscados, creo que nada sería tan así. Y aunque te busque, espero verte en cada esquina espontaneamente.
         Y aunque nunca haya un adiós entre palabras del destino, te lo diré con una mirada, si es que logras entenderme que continuo mi camino, aunque no quiera sin ti, pero a duras penas lo haré.