viernes, 16 de julio de 2010

Asientos ocho y nueve

    Y el camino comenzó a tomar lugar. MacKenzie sólo se preguntaba por dentro ''¿adónde terminaremos?'' Aunque no preguntaba nada, la duda lo abrazaba de arriba abajo. Falls tampoco decía mucho, a decir verdad. Prefería que fuese sorpresa aquella noche.
    Primero, se detuvieron en una cafetería. Pasaron una hora allá, contemplando ver pasar a personas. Contemplar una escena a la que MacKenzie nunca se había detenido a ver. Él disfrutaba el poder tener paz. Paz de no tener que actuar. ''Al fin paz, tranquilidad...'', se decía a sí mismo. Después de la cafetería, sólo tenía que pensar en sus pasos, en los que daba en aquellos instantes. ¿Cómo saber, cómo adivinar lo que tramaba Falls? MacKenzie sólo lo seguía a él. 
   Aunque caminaba vacilante. Las calles, esa noche, para su suerte, estaban desiertas. Alguna que otra persona pasaba, pero no llegaban a ser tantas como durante el día. LLegando al centro, el detective comenzó a ver un teatro. Comenzó por extrañarse. Hacia tiempo que no veía uno desde su adolescencia.
   - ¿Falls?
   - ¿Si?
   - Es un teatro, ¿verdad?
   - Sí, así es. ¿Por qué?
   - ¿Por qué hay un teatro en nuestro camino?
   - Porque entrarémos ahí, y verémos la función que nos toca ver.
   - ¿Que nos toca ver?
   - Sí, sí. Esto te será de útil. Entrarémos ahí, te sentarás junto a mí, y verás la función que elegí para vos. Me han comentado que es muy linda...
   - ¿Una función? ¿Qué elegiste? -, lo interrumpió de pronto el detective, aún más vacilante. - ¿Vamos al teatro?
   - Sí, detective - ambos se encontraban en la puerta del teatro, en medio del paso. - ¿Entramos? - el detective no contestaba - te hará bien, de verdad. Necesitas despejar esa mente que tenes. - El detective seguía vacilante, hasta que respondió:
   - Está bien. Entremos - ambos entraron por la puerta del teatro, donde se podía ver frente a ellos se ubicaban unas escaleras grandes, que daban al primer piso, y que había pasillos debajo de las escaleras. El detective se podía perder en lo hermoso que era aquel teatro. Falls sacó las entradas, las observó mientras se detenía en el camino, y le decía a su compañero:
   - Siaro, es a la derecha - dijo éste señalando a su derecha con los tickets en la mano aún. - Vamos. - Y MacKenzie lo siguío. No quedaba en el primer piso, si no, cerca de donde ellos se encontraban. - Acá es -, anunció Toby, el compañero de MacKenzie.
   - Hola - dijo quien estaba en la puerta, a recibir las entradas. Las observó y dijo, al fin: - muy bien, entrando, por la izquierda, fila diez, asientos ocho y nueve.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario


Los hombres están invadidos por la arrogancia o la estupidez. Y si son afables es muy fácil manejarlos porque no tienen un criterio propio.

La mejor forma de desilusionarle es no preguntarle.

''No more questions, just listen''

En tiempos de desdicha y sufrimiento, te abrazaré, te acunaré y haré de tu dolor el mío. Cuando tú lloras, yo lloro, cuando tú sufres, yo sufro. Juntos intentaremos contener el torrente de lágrimas y desesperación, y superar los misteriosos baches de la vida.

Cuesta creer que haya alguien que te merezca.

Sólo el amor más profundo me persuadiría a casarme, por lo que acabaré solterona.

Nunca renuncies a la lucha, la verdad es la luz.

Hay promesas que por lo que valen se pueden cumplir. Hay lazos irrompibles. Hay amores que no podemos dejar de pasar. Hay tantas cosas que nos duelen y tratamos de dejarlas en el pasado, y nos cuesta más de la cuenta.

Hay cosas que no se pueden olvidar... como el primer amor.

Daría cualquier cosa por volver a esos momentos, todo a cambiado de un segundo, porque cuando todo empieza a ir mal lo único que deseo es volver a tu lado y abrazarte fuerte... Quiero volver a esos días donde sólo hacía falta una mirada para hacernos sonreír, donde el tiempo pasaba sin que nos diéramos cuenta y todo lo demás no importaba, sólo nosotros. Y quiero hacer de estos días junto a ti momentos que no pueda olvidar jamás... Tienes esa magia en la mirada que me hace no poder mirar a nadie más, esa magia en los labios que me hace extrañarlos cuando no los puedo besar, esa magia en las manos que al recorrer mi cuerpo me hacen volar... Y es que no hay nada más mágico que un segundo a tu lado, porque MAGIA eres tú… ¿Has amado alguna vez a alguien hasta llegar a sentir que ya no existes? ¿Hasta el punto en el que ya no te importa lo que pase? ¿Hasta el punto en el que estar con él ya es suficiente, cuando te mira y tu corazón se detiene por un instante?

Dime qué quieres que sea y lo seré por ti.

Historias que vendrán

Lo que nadie sabe es que muchas veces, el verdadero amor puede llegar cuando sea tarde, pero para ese entonces, no será tarde, ya que lo hemos encontrado.
Nunca es tarde para las buenas cosas. Aunque cuando somos jóvenes queremos lo bueno en aquel entonces, para cuando seamos viejos en el tiempo, no sé qué es lo que nos quedará en verdad.
Podemos jugar con los sentimientos del presente, pero no con los del mañana. Podemos jugar con las miradas del hoy, pero no con las que vendrás en el tiempo futuro.
Estamos viendo historias pasar, cuando sentimos que la nuestra no vale la pena ser contada, ni oída. Pero en cuanto la narremos, sabremos que para ese entonces valdrá toda la pena del mundo que sea relatada y escuchada por muchos que hoy no están...

Entre redes e historias del pasado

Contigo en la distancia siento que no puedo volar, pero cuando estamos juntos, cuando estás a mi lado, puedo hacerlo, y más. Contigo, sé que puedo hacer más de lo que soy capaz, porque estás tú ahí para mí.
Claramente, hemos perdido años del otro, hemos pasado el tiempo sin saber del otro, y ahora, no podemos saber todo de repente, pero muero por estar a tu lado y escucharte. Deseo escucharte contar mil historias, tu voz para mí es mi balada perfecta.
Dime dónde estás, iré hasta ti para hacerte saber que un amor real jamás de olvida simplemente.
Me iré de viaje a Chicago, y quiero que vengas conmigo. No hay mejor que tu compañía misma en cualquier instante. Tan sólo dime que no es tarde para este amor que jamás murió. Un amor que no deja de respirar, una sensación bella como inaudita, algo que deja huellas en nosotros.

Niño y hombre

Dos maneras de ser. Vida y placer. Así es como me enamoras con tu forma de moverte.
Ven y búscame como la mariposa a la libertad del son.
Hay cada quien busca su canción de amor, como quien busca su canción de expresión.
Amigo, cómo no te das cuenta de que me he enamorado de ti, que por esa razón jamás te olvidé, me has seducido entre los años... con el corazón a punto de estallar, si te acercas una vez más, te diré la verdad.
Me duele verte sabiendo que no me amas. No resisto a estar sin ti, es por eso que me hace falta la respiración, porque me la quitas hasta volvernos a ver, la guardas, la mantienes y luego me la devuelves hasta retornar a nuestros cuerpos.
Quiero tenerte entre mis brazos, para saber que puedo continuar convida.
Dime dónde estás, y te buscaré.

Te amaré hasta que no respire más

Por ti daría la vida, lo dejaría todo porque estuvieras aquí, junto a mí.
Quiero hacerte sentir que cada día te vuelvo a elegir, quiero vivir la vida entera junto a ti. Y si no podré, es por razones del amor, que no caben en la razón. Razones que sólo el amor puede explicar, aquellas desconocidas que aún no logro descubrir.
Te voy a amar, y hacerte sentir que eres el único para mí... Quiero estar a tu lado, para cuidarte cuando no puedas, quiero estar por el simple hecho de estar.