miércoles, 29 de septiembre de 2010

El joven que no quería enamorarse

        Baga por las calles solitarias y nocturnas de su pueblo natal. Vivía en un departamento, solo y sin ninguna compañia alguna. Conocía a todo barrio, y todo el barrio lo conocía a él, ni una mosca se le escapaba. Tenía dos amigos con los que se juntaba siempre en un pasaje, ahí se encontraban, tomaban y algún cigarrillo que otro había.
***
      Cuando se despertó, aquel día, escuchó que unas voces femeninas, desde el pasillo de piso, hablaban sobre un nuevo minimercado, hacía un poco de revuelo entre las personas de allá. Sentía que esta vez, había algo raro, pero dejó pasarlo.
      Tomaba su casco, cuando apenas ya había alcanzado el ascensor a tiempo. "¿A tiempo?", pensó.
      Cuando se dió cuenta, aparte de la vieja de al lado, había una chica. La observó por un instante, hasta que ella levantó la mirada de algo que había en el piso... Sacó la mirada de ella, y sin más, la olvido.
      Cuando llegó a la puertoo de salida, y ahí se encontraban sus amigos, listos para comenzar un nuevo día.
      -¿Cómo amaneciste, vagabundo?
      -Bien, -respondió éste. -¿Ustedes? -Ambos se miraron y sonrieron.
      -Bieno. Nunca cambia.
      -Es cierto, -afirmo el primero.
      -Ayer inaguraron un minimercado.
      -¿Qué?
      -¿No sabías? - el vagabundo estaba algo sorprendido, porque siempre lo sabía todo...
      El vagabundo alcanzó a ver a la chica del ascensor.
      -Chau, preciosa.
      -Qué bonita. - Los amigos del vagabundo hicieron tales comentarios, que ni él mismo sabía donde meterse. Ella siguió de largo, no miró ni de ojo.
      El vagabundo tuvo curiosidad por ese minimercado.
      Lío, como así le decían al vagabundo, fue a este lugar, muy emocionado, por cierto, con esperanza de encontrar a esa chica; pero sus amigos sólo lo aompañaron por intriga.
      -Lío, no debe tener nada interesante.
      -Sólo es curiosidad, Shouki.
      -¿Es ese?
      -Sí.
      Cuando sus motos dejaron de andar, ellos entraron. Lío comenzó por recorrer el minimercado, inmediatamente hacia al fondo.
      Para cuando volvió havia donde se ubicaba las cajas, Shouki y Parki estaban comprando cerveza. Él se les acerco, y preguntó:
      -¿Cerveza?
      -Sí, ¿qué hay?
      -Nada. Compren tranquilos, chicos. -Cuando dirigió su mirada a quien atendía, se dió cuenta de quién era: la chica del edificio.
      -Vamos, príncipe azul, -los amigos de éste sólo estaban bromeando.     
      Lío se la encontró ya varias veces en el ascensor después de ese día.
      Cada vez que se encontraba con sus amigos, no les comentada nada. Porque cada vez que se la encontraba, se enamoraba de ella, sin saberlo. Y cada vez que cruzaban miradas, sentía algo cuando ella lo miraba.
       -Disculpame, -le dijo una mañana Carly. -Necesito hacer una llamada. Quedé del lado de afura de mi departamente, y no puedo abrir la puerta ahora. ¿Me prestaría por un minuto tu teléfono?
      -Sí, pasa. El teléfono está ahí, -dijo señalando a una mesita de luz, al entrar. Depués de hacer la llamada, y de darle correctamente la dirección, le dió las gracias. -De nada. - Se le dibujaba una sonrisa pequeña, pero trató de ocultarla. 
      Ese mismo día, mientras que esperaban a que llegara el cerrajero, charlaron un montón de cosas. Él se dió cuenta de que ella vale la pena. Que es quien, para conocerla, y valorarla. Aunque pensó que sólo fueron horas de charla. Pero que hasta que llegase aquel hombre, tenían para rato.
     -...viví muchas cosas. Claro, y esas cosas son las que me hacen la chica de hoy. Siempre quise irme de la ciudad, irme de donde vengo para comenzar la vida que de verdad quiero.
     -Trabajas en un minimercado, ¿te acordas? -hubo risas, y para cuando ella habló, de detuvo a escuchar.
     -Lo recuerdo. Y trabajo en el minimercado, porque por ahora, necesito de eso. Pero un tiempo, seré conocida por mis historias, mis cuentos... Y me verás en los diarios. -Ambos sonrieron, sabiendo que esa parte era tan sólo un chiste.
     -Espero poder comprar tu libro, y que algún día me lo firmes.
     -Por supuesto, -aseguró ella.
***
     Después de ese día, ambos se juntaban para contarse cosas. Siempre era un rato, para así, tener qué contar al día siguiente. Y aunque él vagaba las calles nocturnas, aún así, siempre lograba estar despierto para ella.
***
     Ese amanecer, Lío se encontró enamorado de ella, y aún así, se marchó del pueblo, ese mismo día. Tan sólo... sin razones.
***
     Nunca se despidió de su amor.

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Los hombres están invadidos por la arrogancia o la estupidez. Y si son afables es muy fácil manejarlos porque no tienen un criterio propio.

La mejor forma de desilusionarle es no preguntarle.

''No more questions, just listen''

En tiempos de desdicha y sufrimiento, te abrazaré, te acunaré y haré de tu dolor el mío. Cuando tú lloras, yo lloro, cuando tú sufres, yo sufro. Juntos intentaremos contener el torrente de lágrimas y desesperación, y superar los misteriosos baches de la vida.

Cuesta creer que haya alguien que te merezca.

Sólo el amor más profundo me persuadiría a casarme, por lo que acabaré solterona.

Nunca renuncies a la lucha, la verdad es la luz.

Hay promesas que por lo que valen se pueden cumplir. Hay lazos irrompibles. Hay amores que no podemos dejar de pasar. Hay tantas cosas que nos duelen y tratamos de dejarlas en el pasado, y nos cuesta más de la cuenta.

Hay cosas que no se pueden olvidar... como el primer amor.

Daría cualquier cosa por volver a esos momentos, todo a cambiado de un segundo, porque cuando todo empieza a ir mal lo único que deseo es volver a tu lado y abrazarte fuerte... Quiero volver a esos días donde sólo hacía falta una mirada para hacernos sonreír, donde el tiempo pasaba sin que nos diéramos cuenta y todo lo demás no importaba, sólo nosotros. Y quiero hacer de estos días junto a ti momentos que no pueda olvidar jamás... Tienes esa magia en la mirada que me hace no poder mirar a nadie más, esa magia en los labios que me hace extrañarlos cuando no los puedo besar, esa magia en las manos que al recorrer mi cuerpo me hacen volar... Y es que no hay nada más mágico que un segundo a tu lado, porque MAGIA eres tú… ¿Has amado alguna vez a alguien hasta llegar a sentir que ya no existes? ¿Hasta el punto en el que ya no te importa lo que pase? ¿Hasta el punto en el que estar con él ya es suficiente, cuando te mira y tu corazón se detiene por un instante?

Dime qué quieres que sea y lo seré por ti.

Historias que vendrán

Lo que nadie sabe es que muchas veces, el verdadero amor puede llegar cuando sea tarde, pero para ese entonces, no será tarde, ya que lo hemos encontrado.
Nunca es tarde para las buenas cosas. Aunque cuando somos jóvenes queremos lo bueno en aquel entonces, para cuando seamos viejos en el tiempo, no sé qué es lo que nos quedará en verdad.
Podemos jugar con los sentimientos del presente, pero no con los del mañana. Podemos jugar con las miradas del hoy, pero no con las que vendrás en el tiempo futuro.
Estamos viendo historias pasar, cuando sentimos que la nuestra no vale la pena ser contada, ni oída. Pero en cuanto la narremos, sabremos que para ese entonces valdrá toda la pena del mundo que sea relatada y escuchada por muchos que hoy no están...

Entre redes e historias del pasado

Contigo en la distancia siento que no puedo volar, pero cuando estamos juntos, cuando estás a mi lado, puedo hacerlo, y más. Contigo, sé que puedo hacer más de lo que soy capaz, porque estás tú ahí para mí.
Claramente, hemos perdido años del otro, hemos pasado el tiempo sin saber del otro, y ahora, no podemos saber todo de repente, pero muero por estar a tu lado y escucharte. Deseo escucharte contar mil historias, tu voz para mí es mi balada perfecta.
Dime dónde estás, iré hasta ti para hacerte saber que un amor real jamás de olvida simplemente.
Me iré de viaje a Chicago, y quiero que vengas conmigo. No hay mejor que tu compañía misma en cualquier instante. Tan sólo dime que no es tarde para este amor que jamás murió. Un amor que no deja de respirar, una sensación bella como inaudita, algo que deja huellas en nosotros.

Niño y hombre

Dos maneras de ser. Vida y placer. Así es como me enamoras con tu forma de moverte.
Ven y búscame como la mariposa a la libertad del son.
Hay cada quien busca su canción de amor, como quien busca su canción de expresión.
Amigo, cómo no te das cuenta de que me he enamorado de ti, que por esa razón jamás te olvidé, me has seducido entre los años... con el corazón a punto de estallar, si te acercas una vez más, te diré la verdad.
Me duele verte sabiendo que no me amas. No resisto a estar sin ti, es por eso que me hace falta la respiración, porque me la quitas hasta volvernos a ver, la guardas, la mantienes y luego me la devuelves hasta retornar a nuestros cuerpos.
Quiero tenerte entre mis brazos, para saber que puedo continuar convida.
Dime dónde estás, y te buscaré.

Te amaré hasta que no respire más

Por ti daría la vida, lo dejaría todo porque estuvieras aquí, junto a mí.
Quiero hacerte sentir que cada día te vuelvo a elegir, quiero vivir la vida entera junto a ti. Y si no podré, es por razones del amor, que no caben en la razón. Razones que sólo el amor puede explicar, aquellas desconocidas que aún no logro descubrir.
Te voy a amar, y hacerte sentir que eres el único para mí... Quiero estar a tu lado, para cuidarte cuando no puedas, quiero estar por el simple hecho de estar.